Docentes, alumnos e investigadores de la Universidad Nacional del Centro (Unicen) trabajaron en el informe “Agroquímicos plaguicidas en Escuelas Rurales del partido de Tandil” que en sus conclusiones causó gran preocupación en la comunidad al resaltar la presencia de agroquímicos biocidas en suelo y agua de pozo en las 15 escuelas rurales.
El trabajo detectó la presencia de 16 ingredientes activos de formulados de plaguicidas. Todas las escuelas estaban contaminadas, algunas con hasta 8 de estos productos. La problemática en torno al uso de los productos fitosanitarios no es nueva en la región, pero ha tenido un capítulo crítico el mes pasado en el vecino distrito de Mar Chiquita, donde se aprobó una ordenanza que impide la fumigación apenas a 200 metros de las escuelas.
El informe de la Unicen que fue publicado por el portal AbcHoy, puso en evidencia el riesgo que corre la comunidad educativa rural del partido, así como la población cercana a esos establecimientos.
Según detallaron en el texto, muchos de los plaguicidas encontrados en las muestras son genotóxicos, neurotóxicos, carcinogénicos y/o disruptores endocrinos, capaces de generar efectos nocivos a la salud a muy bajas dosis y, “está comprobado que las personas expuestas una o repetidas veces a estos agroquímicos elevan su posibilidad de desarrollar enfermedades con el tiempo”.
En “Agroquímicos plaguicidas en Escuelas Rurales del Partido de Tandil” se revela que en el agua se encontró con mayor frecuencia Metsulfurón metil (en el 89% de las muestras), Atz-desetil (metabolito de Atrazina, en 77% de las muestras) y Diclosulam (67%), En las muestras de suelo los ingredientes activos más frecuentes fueron Atrazina y su metabolito Atz-OH (63% y 69% de las muestras respectivamente), AMPA (metabolito del Glifosato, 69%), Glifosato (56%) y 2,4-D (50% de las muestras).
En ese contexto, el trabajo señaló que “los agroquímicos biocidas se difunden en el aire por efecto de las derivas primarias, secundarias y terciarias, se escurren hacia ríos y arroyos, se infiltran hacia las napas subterráneas y se adsorben a partículas de suelo que son transportadas por el viento. Una vez liberados al ambiente, son incontrolables”.
Asimismo, los investigadores plantean que resulta indispensable hacer estudios epidemiológicos, en especial en niños y niñas, de las comunidades educativas rurales del partido de Tandil.