El primer juicio por delitos ambientales en el paĆs que se lleva a cabo en San MartĆn de los Andes. El proceso tiene como principal acusado a las autoridades de una cooperativa de agua que vertiĆ³ barros cloacales sin tratarlos en el vertedero municipal.
A partir de ello, los habitantes de San MartĆn de los Andes empezaron a verse afectados por las actividades de la cooperativa de agua que son acusados de haber generado lodos cloacales. Entre los protagonistas del hecho que enfrentan un juicio en la localidad, se encuentra la coordinadora del Organismo de Control Municipal Julieta MuƱiz Saavedra.
Asimismo, tambiĆ©n enfrentan cargos por delitos ambientales los propietarios de la cantera en San MartĆn de los Andes, Pedro y Pablo Werefkinen.
Sin embargo, a pesar de la contaminaciĆ³n causada, la fiscalĆa de delitos ambientales a cargo del magistrado Maximiliano Breide Obeid, pidiĆ³ el sobreseimiento de las autoridades de la empresa, dado que si bien son los que generaron aquellos residuos, existĆa un acuerdo firmado en 2017 entre Saavedra y los Werefkinen.
Cabe destacar que la fiscalĆa considera a los acusados penalmente responsables por volcar sobre la celda nĆŗmero 5 del vertedero los barros cloacales sin tratar, un tipo de residuos que es considerado peligroso.
El detalle de la causa
Durante la formulaciĆ³n de los cargos contra los acusados, el Ministerio PĆŗblico Fiscal considerĆ³ que el hecho puso en peligro la salud de los habitantes.
En este sentido, habĆan calificado la imputaciĆ³n como contaminaciĆ³n peligrosa para la salud pĆŗblica. Los cinco acusados fueron seƱalados tras las operaciones de depuraciĆ³n de los efluentes lĆquidos cloacales que no fueron tratados previamente en las plantas de tratamiento de efluentes de San MartĆn de los Andes.
En cuanto a la coordinadora del Organismo de Control Municipal se la acusa de no haber cumplido con sus deberes de funcionaria pĆŗblica y por no haber fiscalizado adecuadamente el tratamiento en el basural del municipio.
SegĆŗn informĆ³ el Ministerio PĆŗblico Fiscal, entre 2014 y 2019 se trasladaron los lodos sin tratamiento hasta el predio donde funcionaba el vertedero municipal y āfueron dispuestos, alternativamente, en las mismas celdas sobre las cuales se vertĆan los residuos sĆ³lidos urbanos, como cobertura diaria de dichas celdas y, finalmente, directamente sobre el sueloā.