La línea de interconexión eléctrica entre España y Francia inaugurada por los respectivos jefes de Gobierno duplicará la capacidad actual de intercambio entre ambos países.
La capacidad de que España exporte kilovatios a Francia favorecerá, entre otras cosas, la salida al excedente de producción de las renovables españolas en momentos de mucho viento o bien recibir energía del país vecino cuando no lo haya.
La nueva línea que une la provincia de Gerona con la localidad francesa de Baixàs creará un mercado único de la electricidad en Europa.
También mejorará la calidad del suministro de las poblaciones de ambos lados de la frontera y garantizará el suministro eléctrico necesario para el correcto funcionamiento del tren de alta velocidad en el lado español.
La línea inaugurada tiene un trazado de 64,5 kilómetros (la más grande del mundo de estas características), aunque el tramo que cruza los Pirineos se hace a través de un túnel que transcurre paralelo a la línea ferroviaria de alta velocidad.