La deficiencia en la calidad de los suministros tradicionales motivó la demanda de energía solar fotovoltaica y térmica.
Los consumidores exploran nuevas formas de abastecimiento eléctrico que impulsen no sólo un cuidado sustentable sino, principalmente, un servicio energético ininterrumpido.
Según Cristian Wallace, socio gerente de Enersol Ingeniería -firma dedicada a la instalación de paneles solares fotovoltaicos y térmicos, también de aerogeneradores – del total de las demandas de sus productos solares, un 60 por ciento corresponde a particulares.
Asimismo destacó que paulatinamente “las empresas se están interesando cada vez más en proyectos alternativos de suministro energético”.
El Ingeniero Industrial comentó además que el aumento en las ventas no sólo proviene de zonas urbanas, sino también de áreas aisladas. “Los grupos electrógenos son más engorrosos en términos sonoros y por la logística del combustible que precisan. Los fotovoltaicos se presentan como una buena alternativa en estos casos”, destacó.
Para contar con paneles fotovoltaicos en una vivienda tipo se precisan aproximadamente $15.000 de inversión inicial. Este módulo permite alimentar un sistema mínimo de consumos, iluminación, módem, Internet y teléfono, entre otros. La instalación completa se realiza en apenas cinco días.
Tal como comentó Wallace, a excepción de los parques fotovoltaico de San Juan y San Luis, en Argentina no existe aún la posibilidad de que los domicilios y las industrias inyecten energía a la red y sean remunerados a partir de esa contribución. “Es un tema que está en agenda, y cuando eso suceda y se reglamente el mercado fotovoltaico va a crecer con más fuerza ya que la gente va a instalar un sistema de este tipo para poder hacer un negocio rentable”, finalizó.