Estados Unidos cuenta desde el 20 de agosto con una planta de energía térmica oceánica conectada a red de 100 kW, lo que la convierte en la mayor del mundo, según informó su desarrolador, Makai Ocean Engineering.
Con un costo cercano a los cinco millones de dólares, la planta está situada en el archipiélago de Hawái y genera electricidad para el equivalente de 120 familias.
La instalación ha sido financiada por Naval Facilities Engineering Command junto con the Hawaii Natural Energy Institute, y desarrollada por Makai Ocean Engineering, una firma de diseño e ingeniería con sede en el archipiélago del Pacífico.
Su funcionamiento está basado en la diferencia de temperatura existente entre el agua marina profunda y la superficial, bombeando grandes cantidades de ambas aguas para hacer funcionar un ciclo energético a través de una turbina de vapor, que produce electricidad en una estación ubicada en tierra.