La fotovoltaica sube en España a pesar de la pandemia

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La crisis causada por la pandemia del coronavirus durante el último año ha hecho destrozos en la economía española y el área de las energías renovables no fue la excepción. Sobre todo en los meses donde hubo confinamiento estricto, ya que no se han podido comenzar a construir las nuevas instalaciones que estaban previstas ni continuar las obras que ya estaban en marcha. Durante este tiempo la sociedad ha cambiado mucho y adoptado nuevas creencias, sin embargo la conciencia sobre la necesidad de cuidar y proteger el mundo en el que vivimos no ha cambiado ni dado marcha atrás; aunque muchos aún se preguntan, o no entienden del todo, cómo se produce la energía solar.

La energía solar es obtenida gracias a las radiaciones solares que llegan a nuestro planeta; ya sea en forma de calor, luz o rayos ultravioletas. Las placas solares captan esta energía para aprovecharla y utilizarla al máximo posible, por lo tanto se la considera limpia y renovable.

Hay distintas formas por las cuales se puede obtener la tan preciada energía del sol: la tecnología fotovoltaica y la energía solar térmica.

Si no estás muy metido en el tema te interesará saber que la energía solar fotovoltaica transforma directamente la luz solar en electricidad, convirtiendo fotones en electricidad gracias al uso de paneles solares fotovoltaicos. Estos fotones pueden contener distintas cantidades de energía según las diferentes longitudes de onda que haya en el espectro solar. Para esto se utilizan unos dispositivos llamados células fotovoltaicas, cuando los rayos solares dan en las células forman un movimiento de electrones y permiten la conversión de la energía lumínica en energía electromotriz (voltaica).

Este es un tipo de energía inagotable y no contaminante que se puede producir ya sean en instalaciones que van desde generadores pequeños para autoconsumo hasta inmensas plantas fotovoltaicas.

Ambas instalaciones tienen tres elementos básicos:

Paneles fotovoltaicos: como mencionamos anteriormente, estos paneles son grupos de células fotovoltaicas que captan la radiación solar y transforman la luz (fotones) en energía eléctrica (electrones).
Inversores: son los encargados de convertir la corriente eléctrica producida por los paneles en una corriente alterna y apta para el consumo.
Transformadores: los inversores general corriente alterna de baja tensión (380-800 V), por lo que los transformadores se utilizan para subirla a media tensión (hasta 36 kV).

Como ventajas podemos señalar que es un sistema indicado especialmente para zonas rurales o que se encuentren aisladas y donde las líneas eléctricas no suelen estar disponibles o son complicadas y caras de instalar, también son recomendables para zonas geográficas en donde se reciben muchas horas de sol durante año. Además la fotovoltaica es modular, así que se puede utilizar en instalaciones que van de enormes plantas fotovoltaicas en el suelo hasta pequeños paneles de techo en los hogares.

A paso lento pero firme

La Red Eléctrica ha arrojado algunos datos un tanto esperanzadores. Al 30 de noviembre, la capacidad añadida de energías renovables fue de 2.706 MW y si tenemos en cuenta el ritmo que llevan las instalaciones de este año se estima que la cifra final esté más cerca de los 3 GW, que de los esperados 4 GW que se habían planeado para desarrollar durante el año. Si analizamos estos datos, nos daremos cuenta de que España habrá instalado solamente la mitad de renovables que las que instaló en 2019, cuando fueron conectadas a la red más de 6,5 GW de potencias nuevas, de las cuales fueron de solar fotovoltaica 4,2 GW.

Durante el 2020, para la energía eólica se han instalado 1.189 MW, a 30 de noviembre, mientras que para la solar fotovoltaica fueron 1.517 MW. Nadie puede contradecir que hay cierto desajuste en los datos que nos ofrece REE, a través del Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico, y las conexiones que realmente se realizan. Pero algunas fuentes y figuras del mercado afirman que se podrá llegar, en el mejor de los casos, a los 3.200 o 3.300 MW instalados este año. Por lo cual la fotovoltaica sube en España a pesar de la pandemia, al igual que en Chile.

Si observamos detenidamente estos datos y los comparamos con el PNIEC a 2030, la energía eólica se quedó atrás en alrededor de 1 GW de lo que se estimaba que iba a tener conectado el Gobierno para finales del año. En cambio, la energía fotovoltaica gracias a los paneles solares ha logrado superar en 1,4 GW lo que se tenía previsto en el PNIEC. Durante este 2021, si siguen habiendo aumento en los brotes por culpa de nuevas cepas y la vacuna no da resultados, se verá complejo que se puedan instalar los previstos 6 GW de energía renovable y no será hasta el año que viene cuando se logren cifras parecidas.

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