La producción de energía eólica en Nicaragua asciende a 140 megavatios que ingresan al sistema de interconectado nacional. Los proyectos eólicos, biomasa, hidroeléctricos y solares han generado 180 megavatios adicionales entre 2007 y 2013.
Nicaragua duplicó la generación de energías renovables de 2007 a 2013, superando el 50 por ciento de la demanda y en proceso de expansión con un nuevo proyecto hidroeléctrico que financiaría Brasil y transformaría el sistema.
La cooperación venezolana ha sido clave en el avance acelerado del proceso de transformación del sistema de generación de electricidad renovable, que saltó de 27,5 por ciento en 2007 a 53 por ciento en 2013, dijo este sábado el ministro de Hacienda, Ivan Acosta.
Según los planes gubernamentales de expansión aumentará a 90 por ciento de la generación de energía limpia en el año 2020 con proyectos de inversión pública, privada y mixta.
La demanda nacional es de más de 550 megavatios hora. Actualmente cinco parques eólicos funcionan en el país.
El proyecto eólico privado Amayo en la zona de Rivas, al sur, fue el pionero en la producción de energía limpia y posteriormente amplió una segunda etapa.
Oscar Gámez, experto de la secretaria ejecutiva del Banco Central de Nicaragua, declaró que los costos de inversión asociados a los proyectos renovables “son muy altos”, así como los riesgos “operativos y climáticos” que “llegan a frenar” el impulso de los empresarios.
La disponibilidad o los períodos de aprovechamiento de la energía renovable difieren entre las diversas fuentes de generación con los riesgos a considerar por los cambios climáticos, declaró Gámez.
Advirtió la posibilidad de una reducción “considerable” de los precios internacionales del petróleo y, por tiempo prolongado, podrían “perder rentabilidad parcialmente” varios proyectos de generación renovable.
Desde 2007, el gobierno del presidente Daniel Ortega ha estimulado la inversión en energía renovable con un marco jurídico atractivo e incentivos, interesado en abaratar la tarifa y la disponibilidad del servicio en las zonas rurales y urbanas a nivel nacional.
La propuesta es “energía barata y disponible con un elevado grado de confiabilidad para todos los consumidores, incluido el sector rural y los poblados más remotos del país”, expresó el asesor.