Xóchitl Guadalupe Cruz, originaria de la zona Altos de Chiapas, México creó Warm Bath (baño caliente), un calentador solar de agua hecho de objetos reciclables como botellas y mangueras de goma, en su propio domicilio.
Después de descubrir que la mayoría de las personas en su comunidad contraen enfermedades respiratorias al bañarse en agua fría, cuando Xóchitl cumplió 8 años, inventó este calentador de agua de bajo costo.
El estado mexicano de Chiapas es el más pobre de las 32 regiones del país con una tasa de pobreza de más del 75%. También es el hogar de las poblaciones indígenas más grandes de México. La mayoría de las personas que viven en la región de Chiapas no tienen agua corriente confiable y menos del 30% de todos los niños mexicanos nativos se gradúan de la escuela secundaria.
Desde los cuatro años, Xóchitl asiste a talleres científicos a través de un programa llamado PAUTA, o Adopta un Talento que busca estimular el interés por la ciencia en niñas y niños utilizando expertos y mentores de todo México.
Fue a través de esta iniciativa que inicialmente se inspiró para diseñar su calentador de agua hecho con materiales reciclados de bajo costo y alimentado por el sol. Comenzó simplemente trazando planos para un calentador en su cuaderno.
Luego, la joven inventora juntó diferentes materiales para hacer el calentador, entre ellos una manguera negra de 15 metros, 10 botellas PET que pintó de negro, bridas de plástico, una base de madera, nailon negro y vidrio reciclado. “Usé las puertas de vidrio de una hielera rota para crear un efecto invernadero.” describió Xóchitl.
Después de reunir todos los suministros necesarios, construyó el calentador en el techo de la casa de su familia con la ayuda de su padre, Lucio Guadalupe. Este experimento demostró que el calentador era capaz de calentar diez litros de agua entre 35 y 45 grados centígrados en clima frío. Como maestro indígena en un preescolar local, su padre dijo que él y otros maestros hicieron todo lo posible para alentar y apoyar el talento de Xóchitl para la ciencia con recursos y habilidades limitados.
Lucio explicó: “Estoy muy orgulloso de mi hija porque aquí en Chiapas es muy difícil sobresalir en ciencias … Como maestros no tenemos esa especialización, y poco a poco vamos descubriendo cómo enseñar a los jóvenes. La verdad es que hemos aprendido mucho con ella”.
Ahora Xóchitl está pensando en hacer un calentador más grande con paneles solares por lo que está buscando apoyo de las universidades o investigadores. “Hay personas de bajos recursos que no tienen posibilidades de comprar esos calefactores, entonces talan los árboles para conseguir la leña y eso afecta al mundo con el calentamiento global”, expresó Xóchitl.
En el 2018, a los nueve años, ganó el Premio de Reconocimiento a la Mujer del Instituto de Ciencia Nuclear (ICN) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), entre otros muchos premios que ha recibido.
La historia de Xóchitl es una prueba viviente de que la inspiración y la innovación se pueden encontrar en las cosas simples que nos rodean y que al tratar de resolver los problemas de nuestra comunidad local, podemos lograr grandes cosas.
