El trial en moto es la prueba definitiva de habilidad y control, y los pilotos suelen saltar sobre las rocas, subir colinas casi verticales o rodar sobre troncos estrechos en ligeras motos de dos tiempos, las potentes transmisiones eléctricas están haciendo una silenciosa apuesta por esta disciplina.
Yamaha ha seguido el lanzamiento de la moto de trial eléctrica TY-E en 2018 con un prototipo de segunda generación, que según la compañía ha sido diseñado para ofrecer a los pilotos más diversión de la que pueden tener en las máquinas de dos tiempos que normalmente se ven, y se oyen, en los eventos de trial, aprovechando las atractivas características de las transmisiones eléctricas como el potente par motor y la rápida aceleración.
La TY-E 2.0 está fabricada en torno a un nuevo diseño de bastidor monocasco que utiliza laminados de composite para mantener la ligereza y la rigidez, y la moto se inclina por encima de los 70 kg.
Los ingenieros han revisado la disposición del motor eléctrico y de la batería para conseguir un centro de gravedad más bajo que el del modelo de 2018, y la batería de iones de litio tiene una capacidad 2,5 veces superior a la anterior, con un aumento de peso del 20%.
Como antes, la configuración funciona con un volante de inercia y un embrague mecánico multidisco, pero la unidad de potencia se ha ajustado para mejorar la respuesta y la tracción.
El único otro detalle clave que Yamaha ha compartido en este momento es una distancia mínima al suelo de 340 mm.
Esta moto eléctrica de trial participará en determinadas pruebas del Campeonato Mundial de Trial de la Federación Internacional de Motociclismo de 2022 a partir de junio.