Reproducir plantas por esquejes puede ser un desafío, pero existe un método natural y efectivo para aumentar las posibilidades de éxito: el enraizante de lentejas.
Esta técnica, utilizada por generaciones, aprovecha la concentración de auxinas en las lentejas germinadas, unas fitohormonas clave para el desarrollo radicular.
El papel de las auxinas en la propagación vegetal
Las auxinas son hormonas vegetales esenciales para el crecimiento de las raíces.
Durante la germinación de las lentejas, estas sustancias se liberan en gran cantidad, convirtiéndose en un aliado fundamental para la reproducción de plantas mediante esquejes.
Cómo preparar el enraizante de lentejas
- Germinar las lentejas: Dejar las semillas en agua hasta que desarrollen raíces visibles, el momento óptimo donde las auxinas están en su máxima concentración.
- Licuar: Procesar las lentejas germinadas con el agua en la que germinaron y añadir un poco más de agua corriente.
- Filtrar: Colar con un trapo o colador para separar la fibra sólida del líquido.
- Almacenar: Guardar el enraizante en botellas bien cerradas y refrigerar. Duración: 15 días.
Cómo aplicarlo correctamente
- Dilución: Mezclar 1 parte de enraizante en 10 partes de agua antes de usar.
- Esquejes: Sumergir el esqueje en la solución durante toda la noche antes de plantarlo.
- Fungicida natural: Espolvorear la base del esqueje con canela en polvo, que previene infecciones.
- Acodos aéreos: Inyectar la solución en el sustrato del acodo con una jeringa y repetir si pierde humedad.
Importante: No aplicar en plantas ya desarrolladas con raíces establecidas.
Este método casero y sostenible es una opción económica y ecológica para potenciar el crecimiento de esquejes, fomentando la jardinería natural y responsable.