La crisis climática es la que define nuestra época, y el desplazamiento por desastres es una de las consecuencias más devastadoras del fenómeno. Cada año, más de 20 millones de personas deben huir de su hogar y trasladarse a otros puntos de su propio país debido a los peligros que causan la creciente intensidad y frecuencia de eventos climáticos extremos. ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados, insta a la comunidad a brindar su apoyo para poder continuar dando asistencia y protección a las personas afectadas por la crisis climática. Desde Argentina se puede ayudar ingresando a FUNDACIONACNUR.ORG
Poblaciones enteras sufren los estragos del cambio climático. Las concentraciones de gases de efecto invernadero han alcanzado sus niveles más altos en dos millones de años y siguen aumentando, tal como indica Naciones Unidas. Como resultado, la tierra está aproximadamente 1,1 °C más caliente que en el siglo XIX y la última década ha sido la más cálida de la que se tiene constancia. Las personas refugiadas, desplazadas y apátridas se encuentran aún más vulnerables frente a la emergencia climática. Muchas de ellas viven en zonas particularmente difíciles, donde disponen de menos recursos para adaptarse a un entorno cada vez más hostil. Actualmente, los países más sensibles al cambio climático albergan al 40% de las personas refugiadas y al 70% de las personas en situación de desplazamiento interno ocasionado por conflictos o violencia.
Emergencia climática y humanitaria en la región del Cuerno de África
Los desplazamientos provocados por las crisis climáticas son ya una realidad mundial, que refleja y amplifica las profundas desigualdades e injusticias presentes en el mundo de hoy. Tal es el caso de la región del Cuerno de África, que atraviesa la sequía más larga y grave de los últimos 40 años. Allí, el fracaso sin precedentes de seis temporadas de lluvias fallidas consecutivas provocó que las fuentes de agua se hayan secado y los cultivos y el ganado queden diezmados. Como si eso fuera poco, los precios de los alimentos se han disparado, en parte como consecuencia de la guerra en Ucrania, lo que hace que sea demasiado caro para la comunidad adquirir incluso lo básico.
El resultado inevitable es el crecimiento de las tasas de desnutrición y el aumento diario de desplazamientos de personas de Somalia, Etiopía y Kenia. Los habitantes de la región se ven obligados a abandonar su hogar en busca de protección y asistencia, y luchan por sobrevivir al contexto de hambruna, inseguridad, conflicto y escasez de agua. Según datos de ACNUR, actualmente hay más de 1,75 millones de personas desplazadas al interior de Etiopía y Somalia debido a la sequía, la mayoría desarraigada apenas en 2022, y más de 180 mil personas refugiadas de Somalia y Sudán del Sur han cruzado las fronteras hacia zonas afectadas por la sequía en Kenia y Etiopía.
En fechas recientes, casi 100.000 personas refugiadas llegaron a Doolo, un área de difícil acceso en la región somalí de Etiopía, que ha sido fuertemente golpeada por la sequía. Estas personas huían de la zona de Laascaanood, en Somalia, un país en el que el conflicto y la sequía han desplazado a más de 287.000 personas desde que comenzó el año.
¿Qué está haciendo ACNUR para ayudar?
ACNUR y sus socios se esfuerzan por brindar asistencia y protección a las personas refugiadas y desplazadas por los efectos del cambio climático. En 2023, 3,3 millones de personas afectadas por la sequía en la región del Cuerno de África recibirán asistencia de ACNUR, quien, además de distribuir suministros, artículos esenciales y albergues de emergencia, trabajará para aumentar el suministro de agua con camiones cisterna, cavar nuevos pozos y renovar los sistemas de agua y saneamiento existentes.
Además, la Agencia de la ONU para los Refugiados está colaborando con las autoridades locales para fortalecer el monitoreo de las fronteras y facilitar el registro y el acceso a documentación, con el objetivo de que las personas desplazadas y refugiadas puedan recibir la asistencia que requieren.
Por otra parte, ACNUR apoya actividades generadoras de ingresos para que las personas afectadas por las catástrofes climáticas puedan solventar sus necesidades e independizarse. A través de la agricultura climáticamente inteligente, también apoyará a las familias para que adopten formas de producir alimentos adaptadas al cambio climático.
En 2022, ACNUR recibió menos de la mitad de los fondos que necesita para responder a la sequía. En este contexto, insta nuevamente a la comunidad a mostrar solidaridad y brindar apoyo para proteger y asistir a las comunidades afectadas del Cuerno de África, y salvar millones de vidas. Desde Argentina se puede ayudar ingresando a FUNDACIONACNUR.ORG