La Comisión Europea apuesta por las algas para reducir las emisiones de CO2

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La Comisión ha adoptado la Comunicación “Hacia un sector de las algas en la UE sólido y sostenible”, una iniciativa pionera para liberar el potencial de las algas en la Unión Europea. La Comunicación propone veintitrés acciones con las que crear las oportunidades que conviertan esta industria en un sector sólido, sostenible y regenerativo capaz de satisfacer la creciente demanda de la UE, que se espera alcance los 9.000 millones de euros en 2030. El documento recoge el papel de las algas como sumideros de carbono azul, y el desarrollo de estándares de biocombustibles de algas, lo que puede contribuir a lograr los objetivos de la UE en términos de descarbonización.

La Dirección General de Asuntos Marítimos y Pesca de la UE es la autora de la propuesta adoptada por la Comisión. “Hacia un sector de las algas en la UE sólido y sostenible” es el título de esta Comunicación en la que la Comisión Europea plantea que ha llegado el momento de aprovechar al máximo el potencial de las algas como recurso renovable en Europa, ahora que la necesidad de garantizar la seguridad del suministro de materias primas y energía se ha vuelto aún más apremiante tras la agresión militar rusa a Ucrania.

El agotamiento de recursos, una población mundial en crecimiento (ya hemos alcanzado la cifra de 8.000 millones de seres humanos), las presiones ambientales y el cambio climático, indica la Comisión, requieren un enfoque diferente para los sistemas alimentarios y económicos. “Hacer uso del vasto y muy poco utilizado recurso que son los mares y el océano”, es lo que la Comisión propone.

La Unión Europea es uno de los mayores importadores de productos de algas marinas del mundo, y se espera que la demanda alcance los 9 000 millones de euros en 2030, especialmente en sectores como los alimentos, los cosméticos, los productos farmacéuticos y la producción de energía. Sin embargo, sostiene el documento, la producción de algas marinas es hasta ahora insignificante en el continente, y es por ello que propone veintitrés acciones con las que crear las oportunidades que conviertan esta industria en un sector sólido, sostenible y regenerativo.

Veintitrés acciones para impulsar el sector de las algas

La Comisión señala veintitrés acciones destinadas a mejorar los entornos empresariales y el marco de gobernanza, a aumentar la sensibilización social y la aceptación de las algas y de los productos a base de algas por parte de los consumidores, y a cerrar las brechas en materia de conocimientos, investigación y tecnología.

Algunas de las acciones clave son las siguientes:

– Evaluar el potencial de mercado, la eficiencia y la seguridad de los materiales a base de algas cuando se utilizan en productos fertilizantes.
– Examinar el mercado de las algas y proponer mecanismos que lo estimulen para apoyar la transferencia de tecnología de la investigación al mercado.
– Financiar proyectos piloto para la reorientación profesional y el apoyo a pymes y proyectos innovadores en el sector de las algas.
– Realizar estudios y debates para adquirir un mejor conocimiento, entre otras cosas, de las oportunidades para la mitigación del cambio climático que ofrecen las algas y de su papel como sumideros de carbono azul, y definir unos niveles máximos de contaminantes y yodo en las algas.
– Apoyar, a través de Horizonte Europa y otros programas de investigación de la UE, el desarrollo de sistemas de transformación de algas nuevos y mejorados, nuevos métodos de producción y sistemas de cultivo de algas.
– Promover acciones de sensibilización y analizar la disponibilidad de datos relacionados con las algas.

Biocombustibles de algas

Para finales de 2026, las instituciones Europeas junto con el Centro Europeo de Normalización (CEN), se marcan el reto de desarrollar estándares de biocombustibles de algas y una metodología de certificación para productos de biocombustibles de algas que se utilizarán en diversos sectores del transporte, en particular el transporte pesado por carretera, la aviación y el transporte marítimo, así como el desarrollo de la innovación en biorrefinerías para el tratamiento de toda la biomasa de macroalgas y microalgas.

Reducción del CO2 y otras potencialidades de las algas

Las algas tienen una amplia variedad de aplicaciones comerciales, como alimentos, piensos para animales y peces, productos farmacéuticos, envasado ecológico o biocombustibles.

La Comisión asegura que el cultivo de microalgas puede ayudar a regenerar el océano y los mares eliminando los nutrientes que causan eutrofización. Tiene una huella de carbono y medioambiental baja y un potencial prometedor para la captura de carbono. La producción de microalgas también puede realizarse en tierra y lejos del mar. Son fuente de compuestos de carbono y tienen aplicaciones en el tratamiento de aguas residuales y la mitigación del CO2 atmosférico.

La acuicultura de algas marinas -afirma la Comisión- tiene el potencial de proporcionar muchos servicios ecosistémicos, incluida la mitigación del cambio climático, la protección costera, la preservación de la biodiversidad y la mejora de la calidad del agua (informe de expertos de EKLIPSE ).

En el contexto del Pacto Verde Europeo, esta iniciativa juega un papel importante para convertir los desafíos actuales relacionados con el medio ambiente y el clima en oportunidades de negocio, es una de las conclusiones de la Comunicación.

Así pues, para La Comisión un sector europeo de las algas más sólido respaldaría los objetivos del Pacto Verde Europeo y de la Estrategia “De la Granja a la Mesa”, ya que tenemos que transitar hacia sistemas alimentarios más sostenibles y hacia una economía más circular, concluye.

Próximas etapas

La Comisión debatirá la Comunicación con el Parlamento Europeo y el Consejo. La Comisión coordinará la puesta en práctica de las veintitrés acciones con los Estados miembros, la industria (por ejemplo, a través del Foro EU4Algae) y las demás partes interesadas.

La Comisión elaborará un informe en el que se evaluarán los progresos realizados en la aplicación de la Comunicación, y lo tendrá listo a finales de 2027.

Antecedentes

El territorio marino y las algas está en la agenda de la Unión Europea desde hace tiempo. En 2019, el Foro de Bioeconomía Azul de la Comisión Europea publicó “Roadmap for the blue bioeconomy” (Hoja de ruta para la economía azul). Esta hoja de ruta concluyó que el desarrollo de la alguicultura se ha visto obstaculizado por factores como los elevados costes de producción, la pequeña escala de la producción, el conocimiento limitado de los mercados, de las necesidades de los consumidores y de las repercusiones medioambientales del cultivo de algas, así como por un marco de gobernanza fragmentado.

Tras estas conclusiones, la Comisión puso en marcha varias iniciativas relacionadas con las algas, que se encuentran actualmente en fase de ejecución o planificación (2021-2023), como por el Foro Europeo de Partes Interesadas en las Algas (Foro EU4Algae) en febrero de 2022, una plataforma colaborativa europea entre las partes interesadas en las algas y un único centro de información sobre convocatorias de financiación, proyectos, información empresarial, inteligencia y mejores prácticas en materia de algas.

La Red Europea de Observación y Datos Marinos (mapeo de empresas de algas), el Centro de Conocimiento de la Comisión para la Bioeconomía, o el Estudio de Biomasa del Centro Común de Investigación (JRC), son otras iniciativas de la Unión Europea en torno a estudios relacionados con las algas y como estas podrían ayudar a alcanzar los objetivos relacionados con el clima, entre otros.

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