Rodeado de basura a solo 15 minutos de los lujosos edificios de Puerto Madero, 3.000 familias sobreviven entre residuos, inundaciones y la ausencia de servicios básicos en Villa Inflamable, un barrio popular del sur de Buenos Aires que expone la fractura social de la capital argentina.
Con más de 100 años de historia, esta zona encapsula una crisis sanitaria y habitacional que se repite en los 6.460 barrios populares del país.
La postal invisible de Buenos Aires
Mientras el centro porteño despliega cúpulas históricas y modernas torres, Villa Inflamable colinda con el Riachuelo y el Canal Sarandí, cursos de agua contaminada que marcan su geografía.
El barrio, delimitado por el Río de la Plata, enfrenta riesgos ambientales agravados: hace semanas, sus aguas se tiñeron de rojo por vertidos tóxicos no identificados. Según datos del Ministerio Público de la Defensa, el 80% de sus habitantes carece de acceso a cloacas y agua potable, dependiendo de redes informales o bidones comprados.
Rodeado de basura: un infierno sanitario a cielo abierto
Las lagunas estancadas son el símbolo de la emergencia. Funcionando como desagües a cielo abierto, acumulan desechos humanos y residuos, generando focos de infección. “No tenemos cloacas: todo va a las casas. En verano, el olor es insoportable; hay ratas, mosquitos y cucarachas”, relata un vecino. Las inundaciones recurrentes —provocadas por la falta de drenaje— arrastran aguas contaminadas a las viviendas, causando enfermedades respiratorias, cutáneas y óseas. “Te enfermás de asma, bronquitis o de los huesos”, explica una residente.
Sobrevivir entre ollas populares y bidones
Angélica, madre de un niño de cinco años, personifica la resiliencia comunitaria. En su casa, cocina semanalmente para 75 familias en un comedor vecinal. “A veces viene más gente, pero no alcanza. No es que no queramos dar: no tenemos”, confiesa. El acceso al agua potable sigue siendo crítico: “La que llega no sirve para tomar. Sale amarilla o con olor a cloro. Si no tengo plata para comprar bidones, no puedo”, agrega otra habitante.
La deuda institucional en la Cuenca Matanza-Riachuelo
Aunque la Autoridad de Cuenca Matanza-Riachuelo (ACUMAR) —ente tripartito entre Nación, Provincia y municipios— debería garantizar el saneamiento, los vecinos denuncian obras paralizadas. “La misma problemática se repite en toda la cuenca“, señala un testimonio. CNAE consultó a las autoridades sobre la falta de servicios, pero aún aguarda respuestas.
Vivir al margen del progreso
“Acá la gente se deja morir. No hay calidad de vida: vivimos de comedores y ayudas”, resume una residente. Con casas construidas alrededor de lagunas putrefactas y calles anegadas, Villa Inflamable es un espejo de desigualdad en una ciudad que mira hacia otro lado. Mientras Puerto Madero se expande verticalmente, este barrio lucha por no hundirse en el olvido.