Saihanba se considera un milagro, ya que se ha transformado de tierra estéril a bosque exuberante gracias al extraordinario esfuerzo de tres generaciones de chinos.
El mayor bosque artificial del mundo
Hace 400 años, Saihanba albergaba abundantes recursos forestales y una gran biodiversidad.
Con un verano fresco y una vegetación exuberante, la zona estaba destinada a ser un refugio real.
Sin embargo, la deforestación y las constantes guerras convirtieron la zona en un desierto a finales de la dinastÃa Qing (1644-1911).
Al desaparecer la barrera forestal, las tormentas de arena se hicieron más frecuentes. Para detener las tormentas de arena que seguÃan amenazando o golpeando a PekÃn, Tianjin y otras ciudades del norte de China, la Administración Forestal decidió en 1962 crear la Granja Forestal Mecánica de Saihanba, y envió a 369 forestales, en su mayorÃa veinteañeros, a la zona para plantar árboles.
El primer grupo de silvicultores de Saihanba se enfrentó a muchos retos, equipados sólo con las herramientas más sencillas en medio del frÃo extremo y la sequÃa.
Como resultado, no pudieron asegurar la supervivencia de los árboles plantados. Sin embargo, tras los esfuerzos conjuntos de tres generaciones, Saihanba fue restaurada y convertida de nuevo en un paraÃso verde con una cobertura forestal que pasó del 11,4% al 80%, y que puede conservar y purificar 137 millones de metros cúbicos de agua cada año.
La milagrosa historia de la plantación de bosques en Saihanba da lugar al concepto del EspÃritu de Saihanba, que se define como el trabajo duro, el avance contra las dificultades, la forja y la innovación audaz.
Como una de las mayores plantaciones hechas por el hombre en el mundo, la Comunidad de Forestación de Saihanba ganó el honor de Campeones de la Tierra en 2017 debido a los esfuerzos para transformar la tierra degradada en un paraÃso verde.
Ahora, la exuberante Saihanba se ha convertido en el hogar de miles de especies de flora y fauna por su buen ambiente, y también atrae a numerosos turistas.