Ubicado en el Atlántico sur, a lo largo de la plataforma patagónica de Argentina, una zona conocida como ‘agujero azul’ muestra las consecuencias de la pesca indiscriminada en el fondo marino.
Allà ninguna organización regional supervisa las actividades pesqueras, por lo que la fauna y el ecosistema ya pagan las consecuencias del libre albedrÃo.
El agujero azul reúne ecosistemas únicos y hasta aquà llegan especies como la ballena franca austral y el elefante marino. A pesar de la naturaleza espectacular del lugar y de su rica diversidad, muchas especies subsisten en un frágil estado de conservación.
Una reciente expedición de Greenpeace a esta zona del mar argentino reveló que el fondo marino habÃa sido arrasado por la sobrepesca. Al ser una de las pocas áreas de aguas internacionales donde la mayorÃa de las empresas y organizaciones pesqueras no cuentan con una supervisión regional para sus actividades, la industria opera sin control.
Esto ha puesto en peligro el futuro del agujero azul, un lugar especial que marca el lÃmite de la zona económica exclusiva argentina y que es hoy un sÃntoma palpable de la desprotección legal.