A partir de este sábado 12 de abril, vecinos y turistas del norte neuquino volverán a unirse en una campaña ambiental que el año pasado tuvo un impacto positivo en el Parque Provincial Tromen. Se trata de una iniciativa de recolección de residuos como pilas, vidrios y plásticos, impulsada por los propios guardaparques del área protegida, con el objetivo de preservar uno de los entornos naturales más importantes de la región.
La propuesta nació como una estrategia preventiva para evitar focos de contaminación antes de la llegada de las familias veraneantes, y rápidamente se convirtió en un esfuerzo colectivo que sorprendió incluso a sus impulsores. “Quedamos sorprendidos, para bien, por el hecho de que los pobladores se prendieron en esta campaña”, expresó Jorge Gómez, guardaparques del área.
La primera edición de la campaña, iniciada la temporada pasada, se enfocó en la recolección de pilas en desuso, que muchas veces terminaban en lagos o suelos del parque, generando un alto riesgo ambiental. Con el paso del tiempo, la iniciativa se amplió a otros tipos de desechos, como botellas de vidrio, envases plásticos y otros residuos domiciliarios.
Este año, la campaña ambiental se reedita con una logística más amplia. Se habilitaron puntos de recepción de pilas y otros residuos en diferentes sectores de la zona, y el municipio de Chos Malal brindará apoyo con la recolección y disposición final de los materiales. La participación activa de la comunidad y de los turistas será clave nuevamente para lograr el éxito de la jornada.

En camino hacia la conciencia ambiental
El Parque Provincial Tromen se encuentra a 2.000 metros sobre el nivel del mar y sus lagos son una fuente vital de agua para Chos Malal y las localidades cercanas. Por eso, los responsables del parque insisten en la necesidad de cuidar este recurso. “Lo recomendable siempre es bajar con la basura que generamos, no dejarla en el lugar. La contaminación luego impacta directamente en las fuentes de agua”, recordó Gómez.
Con esta acción concreta y comunitaria, Neuquén vuelve a demostrar que la conciencia ambiental y el compromiso ciudadano pueden ir de la mano, incluso en los rincones más alejados de la provincia.

Característica del Parque Provincial Tromen
Este parque se encuentra en la zona denominada Macizo del Tromen, cuyo paisaje es típicamente volcánico, con conos, coladas lávicas y escoriales, que forman un paisaje único sobre las laderas del Volcán Tromen. Sus elevaciones principales son el Volcán Tromen ( 3.978 m sobre el nivel del mar) y el Cerro Wayle ( 3.182 m sobre el nivel del mar), aunque la cima de este último no se encuentra dentro de los límites del parque. Por otra parte, se encuentran los cuerpos de agua principales son la Laguna Tromen y el Bañado Los Barros, de los cuales el primero está ubicado al pie de la ladera noroeste del volcán a una altura sobre el nivel del mar de 2.100 m y cubre una superficie aproximada de 4 Km2 .
Este parque posee una vegetación esteparia, entre las que se destacan varias especies de gramíneas. A su vez, en la cima de los cerros se pueden encontrar plantas en cojín, las cuales pueden soportar fuertes vientos y grandes acumulaciones de nieve. Además, en la zona existe un arbusto, el colimamil o leña amarilla, llamado así por el color de su corteza, el cual puede sobrepasar los 3 m de altura. Esta planta es una especie de distribución restringida y en el pasado formaba extensos bosquecillos, de los cuales pocos ejemplares sobreviven debido a la explotación que sufre para ser utilizado como leña.
Los representantes más reconocidos de la fauna son las aves, y la avifauna acuática que habita la Laguna Tromen y Bañado Los Barros. Entre las especies que sobresalen se encuentran el macá común, macá plateado, garza bruja, bandurria baya, flamenco austral, cisne de cuello negro, coscoroba, cauquén común, pato juarjual, pato zambullidor grande, pato maicero, pato overo y pato cuchara.
A su vez, se destacan numerosas especies de aves migratorias, algunas de las cuales nos visitan desde lugares tan lejanos como la tundra canadiense, como los pitotois, los playeritos y el chorlito nadador, los cuales recorren decenas de miles de kilómetros en sus viajes de ida y vuelta.
Fuente: Río Negro.
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