El vertido se acerca a la playa Prao de Samet, donde los corales podrían morir y adquirir un color blanco en 24 horas si son contaminados por el petróleo.
Las autoridades de Ventanilla solicitaron a los bañistas de Bahía Blanca que abandonen el agua, por los restos del crudo vertido acumulado en algunas rocas