Un gato llamado Arthur se ha convertido en todo un héroe en Australia después de que salvara a los dos niños de la casa en la que vivía de una muerte muy probable, al entrar en contacto con la segunda serpiente más venenosa del planeta, una serpiente marrón oriental.
Mientras los gatos amenazan la fauna australiana y empujan a especies endémicas a la extinción, los planes para reducir súbitamente a su población levantan polémica.