Siete especies de primates que habitan Argentina, Brasil, Ecuador, Perú, México o Colombia, se encuentran entre las más amenazadas del mundo, según han apuntado expertos de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).
James Hall, Coordinador de investigación del Programa de Conservación de titíes de montaña, habló para aproximarnos a la preocupante situación que viven estos primates en Brasil.
Pregunta: ¿Puede contarnos cuál es su labor principal en el Mountain Marmoset Conservation Programme de Brasil?
James Hall: En mi trabajo ayudo con muchos aspectos del programa, desde la gestión de voluntarios extranjeros hasta ayudar con la formulación del plan de acción nacional para la especie; no hay un día igual. Cada día hay diferentes aspectos del programa de conservación en los que trabajar y nuevos retos a superar. En nuestro programa de conservación trabajamos con dos especies, el tití de orejas blancas (Callithrix aurita), que se considera en peligro de extinción, y el tití cabeza amarilla (Callithrix flaviceps), una especie en peligro crítico de extinción. En la actualidad, la UICN considera que estas especies se encuentran entre las 25 especies de primates más amenazadas del mundo.
Somos un programa colaborativo con muchos miembros y una estructura organizativa muy descentralizada, presente en cuatro estados diferentes de Brasil: Minas Gerais, São Paulo, Río de Janeiro y Espirito Santo. Como programa de conservación tenemos una red de investigadores y profesionales de la conservación y un centro de cría en cautiverio en la Universidad de Vicosa en Minas Gerais que es dirigido por el eminente primatólogo y conservacionista Fabiano de Melo. Todos damos lo mejor de nuestro tiempo y energía para conservar la especie. “Si la gente no sabe que estos animales existen en el mundo, ¿cómo se puede esperar que se preocupen por su extinción?”
P: ¿Cuáles son las mayores amenazas de las especies que protegen?
J.H.: Ambas especies de titíes de montaña se enfrentan a muchas amenazas a su existencia. La deforestación de la selva tropical Atlántica es el problema subyacente de todos los problemas a los que se enfrentan estas especies. La selva tropical atlántica ha perdido históricamente aproximadamente el 80% de su vegetación debido a la urbanización y la deforestación para la conversión agrícola para pastos para ganado y cultivos de monocultivo como la caña de azúcar, el café y los cítricos. Hoy en día, solo un mero 7% de la otrora vasta selva tropical atlántica permanece en pie en Brasil y en condiciones severamente fragmentadas. La fiebre amarilla tambien es una gran amenaza para las dos especies de titíes y los brotes en los últimos años han reducido considerablemente las poblaciones silvestres. En el caso del tití de cabeza amarilla, la fiebre amarilla ha causado su extinción local en muchas áreas del estado de Minas Gerais. Sin embargo, una de las mayores amenazas para los titíes de montaña proviene de las especies invasoras y la hibridación. En cuanto a las especies invasoras que amenazan a nuestras dos especies, hay dos, una es el tití común (Callithrix jacchus) y la otra es el tití de pincel negro (Callithrix pencillata). Ambas especies invasoras son una de las principales amenazas para nuestros titíes, ya que no son nativos de la zona de la selva tropical atlántica de Brasil (el tití común es nativo del lejano bosque seco ‘Caatinga’ del norte de Brasil y el tití de pincel negro es nativa del ‘Cerrado’ sabana del centro de Brasil).
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Las especies invasoras fueron introducidas en el Sureste de Brasil debido al comercio ilegal de mascotas. Los antepasados de los invasores (durante los años 60, 70, 80 y 90) fueron animales producto del tráfico ilegal que escaparon o fueron liberados deliberadamente y se establecieron en la naturaleza fuera de su área de distribución natural. El problema es que ambas especies invasoras son más resistentes que nuestros titíes de montaña nativos y se adaptan muy bien a las áreas urbanas, pero nuestros titíes de montaña dependen de la selva atlántica que está desapareciendo. Los invasores superan e hibridan con nuestras especies nativas y la hibridación es un problema muy grande porque eventualmente causará la extinción genética de ambas especies de titíes de montaña a menos que tengamos éxito en este programa de conservación (Es una situación algo similar a la del visón europeo autóctono en España y la amenaza a la que se enfrenta por la hibridación con el visón americano invasivo).
P: Al igual que ha ocurrido en el pasado con especies tan emblemáticas en España como el lince ibérico, ¿es la endogamia también un problema? ¿presentan poca diversidad genética?
J.H.: La endogamia definitivamente es un problema grave para ambas especies y especialmente en el caso del tití de cabeza amarilla. Hay poblaciones pequeñas de estas especies que quedan atrapadas en fragmentos de bosque que están rodeados por todos lados por tierras agrícolas. Cuando no hay corredores de bosque con los que los grupos puedan llegar a otras poblaciones, existe un gran riesgo de endogamia genética y depresión endogámica. Para complicar aún más las cosas, las especies invasoras colonizan fragmentos de bosque y se hibridan con los titíes de montaña, lo que conduce a la extinción genética de las poblaciones puras.
P: ¿Qué especie está en mayor riesgo? ¿Cuántos individuos quedan?
J.H.: Sin duda, el tití de cabeza amarilla es la más amenazada de las dos especies con las que trabajamos. Nosotros estimamos que no quedan más de 2.500 individuos de esta especie en la naturaleza y actualmente no hay individuos en cautiverio, por lo que no hay una población segura contra la extinción si le sucediera lo peor a la especie en la naturaleza. Planeamos llevar esta especie al cautiverio para formar un programa ex-situ de cría en cautiverio que actúe como una población de seguro. En el caso del titi de orejas blancas, quedan aproximadamente 10.000 individuos de esta especie en estado salvaje. Sin embargo, las especies invasoras se encuentran en casi todas las áreas donde se encuentra la especie, por lo que casi todas las poblaciones puras se encuentran bajo una grave amenaza de hibridación.
P: ¿Cuál es el panorama actual al que se enfrentan estos primates?
J.H.: El panorama actual es muy oscuro para estas especies. Debido a la gravedad de las múltiples amenazas a las que se enfrentan los titíes de montaña, su extinción será inevitable a menos que luchemos dura e incansablemente por su conservación. Afortunadamente, en el programa de conservación del tití de montaña estamos trabajando arduamente para tratar de brindar a estas especies la ayuda que necesitan para evitar la extinción.
P: ¿El cambio climático supone una amenaza también para los titíes?
J.H.: Como los titíes de montaña son endémicos de la selva tropical Atlántica y además de altitudes montañosas, el cambio climático afectará en cierta medida a ambas especies, pero en grados diferentes. Estimamos que la especie que se verá más afectada por cambios climáticos será la tití de cabeza amarilla. Creemos que el cambio climático, junto con la pérdida de hábitat, empujará a la tití de cabeza amarilla a una competencia muchísimo más estrecha con las especies invasoras y intensificará la hibridación, lo que finalmente provocará la extinción genética de la especie, a menos que actuemos para conservarla. Nosotros tenemos toda la intención de luchar para conservar esta especie y tratar de evitar su extinción.
P: Cuéntenos sobre su experiencia trabajando en la protección de estas especies. ¿Son sociables estos primates?
J.H.: Los titíes de montaña son animales muy sociables pero con los humanos son nerviosos y muy tímidos. Por ejemplo, cuando estos animales escuchan gente en el bosque, su primera reacción es hacer gritos de alarma para alertar a los otros miembros del grupo del peligro y salir corriendo. A veces el macho se queda atrás y desde la seguridad de los árboles hace llamadas amenazantes para tratar de parecer ‘feroz’ a los intrusos humanos ( lo que en realidad los hace parecer más entrañables). Para nosotros, que trabajamos con el programa de conservación y estudiamos estas especies en la naturaleza, lleva bastante tiempo acostumbrar a estos animales a la presencia de humanos. Es un proceso muy lento de habituación y a veces se necesita mucha paciencia, pero con el tiempo, los animales se acostumbran más a la presencia de los biólogos y se hace más fácil estudiarlos en estado salvaje.
En cambio, los titíes invasores son muy confiados con los humanos y se comportan un poco como las palomas, ardillas y periquitos que se pueden ver en el Paseo del Prado de Madrid…. O sea, se adaptan muy bien y de hecho prosperan en áreas urbanas, se acercarán a los humanos sin miedo y pedirán comida e incluso saltarán sobre las personas si creen que serán alimentados.
P: ¿Qué característica destacaría como más entrañable o llamativa de ellos?
J.H.: Por supuesto, los dos especies tiene muchas características entrañables. Tanto en la naturaleza como en el cautiverio los titíes viven en grupos familiares monógamos, que resultan fascinantes de observar. Cuando nacen los bebés -generalmente nacen gemelos- es el padre quien los cuida la mayor parte del tiempo. En realidad, los titíes machos son muy buenos padres e incluso cargan a los bebés sobre su espalda para permitir que la hembra no esté demasiado agotada con el cuidado de los bebés. La ternura de estos animales es sorprendente. Una característica notable del mono tití de orejas blancas es su apariencia en comparación con las otras especies de titíes. El mono titi de orejas blancas tiene una cara blanca y la forma de este pelaje facial se asemeja más o menos a una calavera y es por eso que uno de sus nombres comunes en portugués es ‘sagui caveirinha’ que se traduce al español como el ‘tití calaverita’. Debido a esta apariencia tan extraña y melancólico, en el programa de conservación lo hemos bautizado cariñosamente como el ‘pequeño mono gótico’.
P: Volviendo a la delicada situación en la que se encuentran, en su opinión, ¿qué iniciativas deberían llevarse a cabo para la protección de estas especies tan emblemáticas de Brasil? ¿Qué necesitamos para salvar a estas especies de la extinción?
J.H.: Una de las cosas más importantes que estamos haciendo actualmente es investigar el estado de las poblaciones silvestres del tití de montaña para recopilar datos de referencia sobre la ecología de estas especies, las áreas de ocurrencia, el alcance de la hibridación y las especies invasoras, y las áreas de disminución de las poblaciones. Estos datos nos están ayudando a planificar un plan de acción nacional para la conservación de estas especies que se utilizará para gestionar las últimas poblaciones silvestres de la especie para conservarlas. Otra área en la que trabajamos mucho es con la cría en cautividad de la tití de orejas blancas para construir una población segura de la especie que se utilizará en el futuro para la reintroducción en áreas donde se ha extinguido localmente. Hemos tenido un gran éxito en la cría de esta especie y la población cautiva sigue creciendo. Esperamos hacer lo mismo con la tití de cabeza amarilla en el futuro y de hecho estamos trabajando duro para dar los primeros pasos en esta dirección. Finalmente, una de las cosas más importantes que tenemos que hacer es aumentar la conciencia sobre estas especies porque durante mucho tiempo han sido ignoradas y desconocidas por el público en general tanto en Brasil como en el resto del mundo. Si la gente no sabe que estos animales existen en el planeta, ¿cómo se puede esperar que se preocupen por su extincion? Por esta razón, consideramos que la divulgación pública es una de las tareas más importantes en el programa de conservación del tití de montaña.