Todo empezó cuando Félix Finkbeiner tenía nueve años y su maestra le pidió un trabajo sobre cambio climático. “Preparando esa tarea me enteré sobre la existencia de Wangari Maathai, la mujer en Kenia que plantó en 30 años 30 millones de árboles y ganó el Premio Nobel de la Paz en 2004“, le dijo Félix.
“Cuando estaba haciendo mi presentación tuve la idea espontánea de que nosotros los niños podíamos plantar un millón de árboles en cada país del mundo“.
La idea fue recibida con entusiasmo y comenzó a ganar adeptos en otros colegios.
La organización ya plantó más de 14 mil millones de árboles en más de 130 países. También ha inspirado a más de 55 000 niños a seguir los pasos de Félix a través de su programa de embajadores de la justicia climática, que ofrece talleres que ayudan a los niños a convertirse en activistas climáticos en sus comunidades locales.
Cuatro años después, ya se han plantado más de un millón de árboles sólo en Alemania y la organización involucra a niños y adolescentes en más de 90 países.
Justicia climática
“Cuando comenzamos pensábamos en proteger osos polares, pero pronto nos dimos cuenta de que se trataba de salvar nuestro propio futuro, porque sufriremos las consecuencias de los problemas que los adultos no resuelven hoy”, dice Finkbeiner.
Este joven alemán es el fundador de Plantar para el Planeta, Plant for the Planet, una organización que ya ha logrado plantar millones de árboles en distintos rincones del mundo.
Félix no solo muestra un inmenso entusiasmo, sino un claridad metódica a la hora de concretar sus sueños y un gran sentido de la lucha política en torno al cambio climático.
“A nivel mundial queremos educar a un millón de niños y adolescentes como embajadores por la justicia climática. Les llamamos academias a estos talleres de un día, que ya se han realizado en ocho países y la idea es que quienes participen eduquen a su vez a otros niños”, explicó.
“Plantar árboles ayuda mucho pero no basta para resolver el problema, por eso queremos enseñar sobre justicia climática”, afirma Felix, quien junto a otros adolescentes viajó a la cumbre de cambio climático en diciembre.
Fue allí, en Cancún, que fotógrafos profesionales donaron su tiempo captando imágenes de los niños con líderes mundiales para su campaña “Dejen de hablar, comiencen a plantar“.
Metas claras
El movimiento de Félix tiene un plan de tres puntos para mostrar “cómo resolveríamos el problema si fuéramos gobernantes”.
Uno de los objetivos es que la temperatura del planeta no aumente más de dos grados, para lo que “será necesario que no pasemos de 600 billones de CO2 en las próximas cuatro décadas”.
“Si dividimos la cifra por 40 años, esto significa 15 billones anuales y nosotros como seres humanos debemos decidir cómo repartir esto”.
“Para nosotros los niños sólo hay una respuesta posible, que cada persona tenga el mismo derecho de emitir, lo que significa para cada ser humano 1,5 toneladas por año”.
Félix señala que quien contamine menos podrá vender sus derechos de emisión a personas en países más industrializados, obteniendo recursos a cambio de ello para salud y educación.
Otra de las metas es plantar nada menos que un billón (millón de millones) de árboles a nivel mundial, que absorberían cada año 10 billones de toneladas de CO2.
El último punto es cero emisiones netas de CO2 para 2050, “algo para lo que ya tenemos la tecnología”.
Reforestación en México
Uno de los sitios donde Plantar para el Planeta está presente en América Latina es Cancún, donde los jóvenes organizan charlas en escuelas sobre la importancia de reforestar y se reúnen semanalmente para decidir dónde plantar.
“En total hasta la fecha hemos plantado aproximadamente 2000 árboles y esperamos seguir plantando muchos más”, dijo que desde la ciudad mexicana Carolina Castellanos, de 14 años.
“Es muy importante que los niños y los jóvenes plantemos ya que somos nosotros los que vamos a vivir en el futuro y vamos a sufrir las consecuencias de los actos en el presente. Una de las soluciones es plantar árboles y cambiar nuestra forma de vivir, dándole más respeto a la tierra de lo que ahora le damos. Tenemos que hacer grandes cambios y expandir este proyecto entre todos los jóvenes y niños para nuestro futuro y las próximas generaciones”, agregó la integrante de Plantar para el Planeta en Cancún.
El equipo de restauración de 118 personas en la península de Yucatán trabaja intensamente durante la temporada de lluvias de junio a diciembre. El objetivo para 2022 es plantar 3 millones de árboles.
En 2020, Se lanzó la aplicación web, a la que se puede acceder a través del navegador en computadoras de escritorio y teléfonos móviles, crea una transparencia adicional para los proyectos de restauración.
“Somos la mayoría”
¿Y qué hay de los cambios en el estilo de vida?
“No vamos a resolver el problema cambiando lamparitas. Necesitamos grandes cambios“, dijo Félix Finkbeiner.
El fundador de Plantar para el Planeta es constantemente invitado a dar charlas y ha recibido varios galardones. Aún no sabe a qué se dedicará en el futuro, pero tiene muy claro el inmenso poder de las ideas cuando se transforman en acciones globales.
“Tenemos que lograr que los políticos introduzcan cambios, que haya leyes internacionales. Los niños y adolescentes ya somos la mayoría en este planeta y podemos hacer una diferencia, pero sólo si trabajamos juntos a nivel mundial”.