En el Iberá, varios ocelotes están protagonizando la recuperación de su especie. Si bien se encuentran aún en grandes corrales de presuelta, mejorando sus habilidades de caza y adaptándose al ambiente, su presencia ya se hace escuchar en el humedal correntino.
Recuperar el ocelote es recuperar estos sonidos, pero también interacciones clave que se han perdido con la extinción de esta especie en Iberá. En definitiva, es recuperar la funcionalidad y salud de este ecosistema.
La reintroducción del ocelote en los Esteros del Iberá es un nuevo programa de la fundación Rewilding Argentina.
El ocelote es el tercer felino en tamaño de América y uno de los más bellos del mundo. Durante el pasado habitó desde el sur de Estados Unidos al centro-norte de Argentina, pero a lo largo de los últimos 150 años perdió buena parte de su área de distribución.
En la provincia de Corrientes aún sobrevive en el extremo noreste, en el límite con Misiones y la Cuenca del Aguapey.
En el Parque Iberá, el último animal registrado fue un macho fotografiado por una cámara trampa en 2015 (que no fue visto nuevamente).
Gracias a Rewilding Argentina, el ocelote vuelve a los Esteros y al Parque Iberá. Se lanzó un nuevo proyecto de reintroducción de fauna nativa, con la llegada de Balam, el primer ocelote en ingresar al complejo sistema de corrales de presuelta cercanos al Paraje Uguay.
La importancia del ocelote en la región
Otros individuos ya se encuentran transitando el período de cuarentena y se unirán pronto a él. Todos ellos provienen del establecimiento La Peregrina, en Buenos Aires.
El complejo de corrales de presuelta es una obra de gran envergadura, en la que los animales provenientes de cautiverio deben adaptarse progresivamente a la vida en libertad, lo que incluye el desarrollo de sus habilidades de caza.
Diferentes especies de aves que forman parte de la dieta de los ocelotes serán provistas en estos corrales; por ello, los mismos están techados con una red.
Rewilding Argentina ya logró soltar con éxito varios yaguaretés en el parque correntino. El puma, el segundo en tamaño de los felinos americanos, está volviendo por sus propios medios.
La reintroducción del ocelote a esa región de Argentina forma parte del programa de reintroducción multiespecie más ambicioso de América.
Se espera que el ocelote regrese al gran humedal mediante el rewilding para cumplir su rol ecológico y convertirse en un aliado del desarrollo local, basado en el turismo de observación de fauna.
El ocelote es el tercer felino más grande del continente americano y uno de los más bellos. Los adultos pueden alcanzar los 16 kilos y su pelaje muestra hermosas manchas alargadas y con forma de ocelos -ojos totalmente negros-.
Puede habitar montes secos, selvas húmedas, ambientes más abiertos, con abundante agua o desérticos. Como mesodepredador, mantiene un control poblacional sobre sus presas.
Consume una gran variedad de animales, que van desde pequeñas aves, roedores y reptiles hasta mamíferos del tamaño de una corzuela. En octubre del año pasado, el Parque Nacional Iberá recibió a Vilca, un ocelote que fue rescatado en Jujuy y será parte del proyecto de reintroducción de su especie en Corrientes. Con su llegada, en esa oportunidad eran cinco los ocelotes que vivían en libertad, y le aportarán funcionalidad al ecosistema.
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