El innovador envase de atún que podría reducir niveles de mercurio en un 35%

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Un innovador desarrollo en la industria alimentaria promete reducir la preocupación por los niveles de mercurio en el atún, un alimento ampliamente consumido pero que fue objeto de restricciones debido a su potencial riesgo para la salud. Investigadores desarrollaron un envase activo que utiliza una solución rica en cisteína, logrando disminuir en un 35% la presencia de mercurio en este pescado, según informó GNN.

El proyecto está encabezado por Mehdi Abdollahi, profesor asociado del Departamento de Ciencias de la Vida de Chalmers, quien destacó que este avance podría ofrecer una solución efectiva sin necesidad de limitar el consumo de atún. “Nuestro estudio demuestra que existen enfoques alternativos para abordar la contaminación por mercurio en el atún, en lugar de restringir su ingesta. Nuestro objetivo es mejorar la seguridad alimentaria y contribuir a una mejor salud humana”, afirmó el experto.

La solución utilizada en este envase está enriquecida con cisteína, un aminoácido con la capacidad de extraer el mercurio y evitar que se una a los tejidos humanos. Este proceso no solo reduce la presencia del metal en el pescado, sino que también podría disminuir los riesgos asociados con su consumo. Además, este tipo de tecnología se suma a otras innovaciones en envases activos, que fueron diseñados para prolongar la vida útil de los alimentos y mejorar su calidad nutricional.

Un envase promete reducir los niveles de mercurio. Foto: Redes sociales.
Un envase promete reducir los niveles de mercurio. Foto: Redes sociales.

El debate sobre el mercurio en el atún

Durante décadas, el consumo de atún estuvo en la mira debido a los niveles de mercurio, lo que llevó a recomendar su ingesta limitada, sobre todo en mujeres embarazadas y niños pequeños. Sin embargo, estudios recientes demostraron que los niveles de mercurio en el atún del Pacífico se mantuvieron estables desde 2001, a pesar del aumento de la contaminación en los océanos.

Además, el atún es una fuente rica en selenio, un nutriente clave en el desarrollo cognitivo infantil y que puede neutralizar el efecto del mercurio. Investigaciones sugieren que el consumo de mariscos, incluso con niveles detectables de mercurio, podría asociarse con beneficios en el desarrollo neurológico de los niños.

Este nuevo envase podría representar un cambio significativo en la percepción del consumo de atún, equilibrando los riesgos y beneficios, y ofreciendo una alternativa innovadora para mejorar la seguridad alimentaria sin sacrificar los beneficios nutricionales de este pescado.

Los expertos recomiendan reducir el consumo de atún debido al mercurio. Foto: Freepik.
Los expertos recomiendan reducir el consumo de atún debido al mercurio. Foto: Freepik.

¿Cómo llega el mercurio al atún?

El mercurio es un contaminante que está presente en el agua del mar, que llega al atún a través de los peces más pequeños o crustáceos que consume. Los peces grandes tienen más mercurio que los pequeños porque se los comen. 

Este contaminante podría ser nocivo para los humanos, dado que puede afectar a órganos como el hígado o los riñones, y también al desarrollo del sistema nervioso central. De hecho, en las primeras etapas del desarrollo, el mercurio puede generar disminuciones cognitivas, trastornos neuromotores y de atención. 

Por esta razón, los organismos internacionales de salud emitieron alertas para limitar el consumo de determinadas especies de túnidos, por lo que se recomienda no comer atún rojo para las embarazadas, madres lactantes y los niños menores de 10 años.

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