Los científicos han alertado de que el deshielo en el océano Ártico continua creciendo y que en los próximos 30 años el retroceso del casquete polar hará que aumente la navegación y la actividad humana e industrial en la zona, por lo que han urgido a regular ya su control y futuro uso.
Los científicos, que han trabajado durante los últimos cuatro años analizando las consecuencias sociales, económicas, políticas y en el ecosistema derivadas del cambio climático, han expuesto en Barcelona las conclusiones que presentarán al Consejo del Ártico en los próximos días.
“El deshielo en el océano Ártico es continuo y está provocado por el hecho de que los inviernos son menos fríos y el verano se alarga como consecuencia del cambio climático”, ha explicaron los investigadores.