Después de observar a 512 jirafas hembra, Monica Bond, bióloga de la Universidad de Zurich, se percató de un detalle clave para la persistencia de la especie. Resulta ser que son animales altamente sociales, que generan lazos amorosos y afectivos con sus pares —aunque no sean sus parejas sexuales. Esto quiere decir que ésta es una de las especies con más amigos del reino animal.
Además de ser animales notablemente apacibles, el estudio que condujo Bond señala la importancia fundamental que tiene para las jirafas vivir en comunidad. Esto impacta directamente en su calidad de vida, según se observó en la muestra tomada en los 1500 kilómetros cuadrados del Ecosistema Tarangire, al norte de Tanzania.
Es una realidad que las jirafas han sobrellevado cambios fisiológicos para poder adaptarse a las hostilidades de la sabana africana. Para alcanzar las copas de los árboles, por ejemplo, desarrollaron una lengua de 50 centímetros. Sin embargo, resulta ser que el factor de sociabilidad es igualmente importante para su subsistencia.
Bond y su equipo examinaron el paisaje seis veces al año durante cuatro años. El estudio comenzó en 2012, y recopilaron material fotográfico considerable sobre los ejemplares femeninos en Tanzania. Los científicos a cargo de la investigación construyeron una red social de jirafas, para rastrear las relaciones de cada jirafa hembra con otras hembras. Los resultados fueron impresionantes.
A raíz del seguimiento de estas relaciones, Bond y su equipo de trabajo se percataron de la fuerza de las relaciones entre jirafas hembras. Con esta información, se dieron cuenta de que los ejemplares femeninos socializan en grupo con otras tres hembras, como amigas. Esto garantizaba su bienestar y contribuye considerablemente a su calidad de vida.
Los resultados de la investigación destacan que la convivencia entre pares es un factor importante, ya que es más probable que sobrevivan en grupo que los ejemplares más solitarios. Otros de los factores importantes es la proximidad con asentamientos humanos, así como la disponibilidad de recursos para alimentarse y tomar agua.
Para las jirafas, “los amigos son importantes para su supervivencia“, dice Bond. “Creemos que reduce el estrés en general para estas jirafas hembras y les permite vivir más relajadas“. Si bien es cierto que éste es un comportamiento común entre las hembras, los machos no siguen esta tendencia. De acuerdo con las observaciones del estudio, puede ser así porque entre hembras se ayudan a cuidar a las crías de depredadores potenciales.