El contaminante asfalto convencional podría ser sustituido pronto por otro fabricado con materiales reciclados y un aglutinante de origen vegetal.
Hagamos lo que hagamos, cuando caminamos, montamos en bicicleta o conducimos, todos estamos utilizando carreteras hechas de betún, que se fabrica con petróleo.
Es posible que hayas percibido el desagradable olor a aceite al colocar una mezcla de asfalto convencional.
“Gracias a Eiffage Route, uno de los principales especialistas franceses en obras viales, esto podría cambiar pronto. Desde hace dos años, la empresa está probando el Biophalt, un betún sin petróleo que podría sustituir gradualmente al betún tradicional. Esta prueba se realizará durante dos años en un tramo de carretera al norte de Toulouse”, afirman desde Biophalt.
Entre las carreteras de Montaigut-sur-Save y Grenade, se puede ver un asfalto de color gris oscuro, diferente al que encontramos en otras carreteras.
Este asfalto más limpio es en realidad un revestimiento experimental inventado por Eiffage Route, y está hecho con un aglutinante de origen vegetal.
El pasado mes de agosto, cuando este tramo de carretera debía ser renovado, el departamento de Haute-Garonne y Eiffage Route decidieron probar este nuevo betún, completamente ecológico, ya que es totalmente neutro en carbono.
El asfalto Biophalt reduce considerablemente el impacto medioambiental de sus obras. En primer lugar, gracias a la naturaleza vegetal de su aglomerante, que es una alternativa al betún de origen petrolífero. Este aglutinante convierte un residuo que antes se utilizaba principalmente como combustible en un sumidero de carbono, emitiendo CO2 en el proceso. Gracias a su alta proporción de áridos asfálticos reciclados, Biophalt también reduce el uso de nuevos áridos procedentes de canteras (recursos naturales no renovables). La huella de carbono de Biophalt® es neutra, gracias a la utilización de coproductos del sector forestal (sumidero de carbono) y a su fabricación en caliente. Biophalt es totalmente reciclable”, dice Eiffage Route
¿Cómo se fabrica el Biophalt?
El nuevo asfalto, que ahora cubre algo menos de 2 km de carretera, está compuesto por un aglutinante de origen vegetal y materiales reciclados.
La fabricación de Biophalt no requiere la construcción de infraestructuras adicionales, ya que la operación puede llevarse a cabo en una planta tradicional.
El Biophalt es un producto de origen biológico, derivado de la silvicultura, y según el fabricante, ahorra unas 47 toneladas de CO2 en comparación con el asfalto tradicional.
Sin embargo, tiene el pequeño inconveniente de ser un poco más caro: 16 euros por m² frente a los 14 euros del betún de petróleo. Al democratizar el biofalto, los costes de producción se reducirán inevitablemente, y éste es el objetivo de Eiffage Route, que está comprometida con el medio ambiente y trata de ofrecer una alternativa viable al betún contaminante.
Rendimiento comparable al asfalto tradicional
Eiffage Route enumera las numerosas ventajas del Biophalt, empezando por su alto índice de reciclaje, superior al 30%; también utiliza un aglutinante de origen vegetal con fuertes propiedades regenerativas para sustituir el betún utilizado.
Conserva las mismas propiedades que una mezcla asfáltica convencional y, además, ahorra energía en su fabricación, ya que requiere temperaturas más bajas.