A partir del 1 de abril, Ámsterdam solo permitirá embarcaciones eléctricas, a hidrógeno o a remo en sus icónicos canales, como parte de un esfuerzo por mejorar la calidad del aire y reducir la contaminación sonora. Por esta razón, los barcos recreativos contaminantes quedarán prohibidos desde entonces.
“La contaminación del aire en la ciudad afecta la salud de los habitantes, por lo que estamos implementando zonas de cero emisiones”, señaló la municipalidad en un comunicado.
Con esta medida, se eliminará el humo de diésel sobre los canales, promoviendo una navegación más silenciosa y limpia. La prohibición se aplicará únicamente a las embarcaciones recreativas, sin afectar los barcos habitables ni las principales rutas de navegación.
Los barcos híbridos serán aceptados siempre que operen sin emisiones. Además, desde este año, los barcos turísticos deben cumplir con normas de navegación sostenible, aunque aquellos con permisos vigentes hasta 2026 tendrán un plazo adicional para adaptarse.

Barcos sustentables, los nuevos aliados del medio ambiente
Las embarcaciones sustentables son aquellas que no utilizan combustibles fósiles o que usan motores eléctricos. Incluso, estos barcos también pueden utilizar energías renovables como la solar o la eólica para su funcionamiento.
Estas embarcaciones se caracterizan por ser más silenciosas y no emitir contaminantes, por lo que contribuyen a reducir las emisiones, además de que son más responsables con el medio ambiente.
Venecia: un nuevo transporte más limpio y silencioso con propulsión a chorro
Cada día, miles de embarcaciones surcan los canales de Venecia, generando ruido y contaminación. Para contrarrestar este impacto, la ciudad comenzó a probar un innovador sistema de propulsión a chorro que promete transformar el transporte acuático en un medio más limpio y silencioso.
Este proyecto, denominado Impronta-0 (Huella Cero), fue desarrollado por los ingenieros Ernesto Benini, de la Universidad de Padua, y Raffaele Presenti, de la Universidad Ca’ Foscari. Con financiación regional y europea, propone sustituir los motores de hélice tradicionales por un sistema de hidrojet que succiona, comprime y expulsa agua para propulsar las embarcaciones.
“Es como navegar a vela, porque el motor no se oye”, explica Benini, comparando esta tecnología con la evolución del sector aeronáutico, que pasó de las hélices a los motores de reacción. Entre sus principales ventajas, Impronta-0 eliminaría las emisiones contaminantes al funcionar con electricidad, baterías o hidrógeno. También reduciría significativamente el ruido, un problema constante para los venecianos, y disminuiría el impacto de las olas, que erosionan los cimientos de la ciudad.
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