Con la intención de alcanzar el millón de árboles para 2030, el Municipio de Rosario continúa con las tareas que tienen por objetivo hacer una ciudad más verde. En ese marco, según los datos del último censo, se verificó que existen en las 15.863 calles locales un total de 219.946 ejemplares, lo que expone un promedio de 13,86 por cuadra. Una marca que ubica a Rosario un escalón referencial en relación al arbolado de carácter público.
Aunque no hay datos oficiales en otras localidades, de este relevamiento también se desprende claramente que la cifra duplica el registro de la ciudad de Buenos Aires.
‘Los árboles urbanos constituyen un auténtico patrimonio verde y natural de las ciudades, ya que además de embellecer y dar color contribuyen a un ambiente más sustentable, mejorando así la calidad de la vida urbana’, destacó la secretaria de Ambiente y Espacio Público, Marina Borgatello, quien además recordó que entre los principales beneficios se cuentan la generación de sombra, el aporte de oxígeno y purificación del aire, la reducción de la temperatura, y la mitigación del ruido y de la contaminación acústica.
El censo, que contó con la participación de la Facultad de Ciencias Agrarias (Universidad Nacional de Rosario), relevó que los árboles de alineación (esto excluye aquellos ubicados en parques y plazas) se incrementaron un 18,9 por ciento respecto al último relevamiento de una década atrás. De todos los ejemplares, un 94,1 por ciento no presenta problemas fitosanitarios, y el 96,5 por ciento no causa interferencias con el alumbrado público.
Este estudio permite indicar que en Rosario hay 13,86 árboles por cuadra, ubicándose todos los distritos por arriba del promedio general de la ciudad de Buenos Aires: el centro tiene 18,1; el noroeste 16,2; el sur 14,3; el norte 12; el sudoeste 10,7; y el oeste 10,6.
El informe elaborado por el Ejecutivo también incluye la diversidad de especies. Así surge que el 80 por ciento de los árboles están representados por 12 especies, de las cuales 8 son caducifolias, 2 semipersistentes (jacarandá y lapacho), y 2 persistentes (ligustro y ficus, plantados por los vecinos y no recomendados).