‘Bienvenidos a todos y a todas, muchas gracias por la tarea realizada y muchas gracias a los familiares por el acompañamiento, que seguramente fue decisivo a la hora de sostener el trabajo realizado’, dijo al recibirlos en el sector militar del Aeroparque Jorge Newbery el ministro de Defensa, Agustín Rossi, junto al jefe del Estado Mayor de la Fuerza Aérea, brigadier Mayor Mario Callejo.
El ministro señaló que ‘algunos habrán pensado que Argentina iba a menguar su presencia en la Antártida, (pero) nada de eso sucedió: los problemas que se fueron sucediendo los fuimos subsanando con la colaboración de cada uno de ustedes’.
‘Es imposible concretar empresa tan grande, tan ambiciosa, si no se concreta con el compromiso humano’, destacó Rossi al pie del avión Hércules C-130, que trasladó a los 34 integrantes de la dotación 44 al sector militar del Aeroparque, donde eran aguardados por familiares y amigos.
El retorno de quienes cumplieron con la ‘Misión Antártica’ se concreta a pocos días del 44 aniversario de la inauguración de la Base Marambio, lo que significó el afianzamiento de la presencia argentina en el continente blanco.
La Base Marambio fue inaugurada el 29 de octubre de 1969, pero previamente, en el mes de agosto, un grupo integrado por 21 efectivos de la Fuerza Aérea, se instalaron en la isla Marambio (o isla Seymour) sobre el mar de Weddell, en una meseta a unos 200 metros sobre el nivel del mar para construir una pista de aterrizaje que permitiese las operaciones aéreas con el continente.
Luego de dos meses, los integrantes de la Patrulla Soberanía, liderados por el vicecomodoro Mario Luis Olezza, en un entorno hostil y en condiciones muy precarias, lograron construir una pista de aterrizaje de tierra compactada, la primera en el continente antártico.
En esa pista de entonces escasos 300 metros aterrizó por primera vez el avión Beaver DHC-2, matrícula P-03, procedente de la Base Matienzo.
Hoy la base cuenta con una pista de 1.200 metros de largo por 30 de ancho orientada a los 60/240º, con una elevación de 230 metros; dispone de balizamiento eléctrico y una línea de luces estroboscópicas tipo flash, orientada para la cabecera 24.
La plataforma de estacionamiento permite la entrada de aviones Hércules C-130 con acceso a la planta de combustible; además cuenta con la ayuda necesaria para la navegación aérea y el aterrizaje en condiciones meteorológicas de escasa visibilidad.
Para tareas de enlace con otras bases posee una aeronave permanente, un DeHavilland-Canada DHC-6 Twin Otter y durante el verano opera además el Escuadrón Helicópteros con dos máquinas Bell 212 brinda apoyo a la actividad científica.
Los suministros pueden llegar a la Base Marambio durante todo el año para ser posteriormente distribuidos a las otras bases argentinas cercanas.
Hay cerca de 100 vuelos intercontinentales cada año hacia la base y es el C-130 Hércules el medio principal de abastecimiento por parte de la Fuerza Aérea Argentina.
La base cuenta con alojamientos para el personal, talleres de mantenimiento general, usina, enlaces de radio, planta de tratamiento de residuos cloacales, centro meteorológico, museo y hangar para aeronaves.
En invierno la base tiene un promedio de 75 habitantes, pero en verano la población llega hasta 150.
La logística y el mantenimiento de la base lo realiza Fuerza Aérea Argentina y el aporte científico lo desarrollan la Dirección Nacional del Antártico y el Servicio Meteorológico Nacional.
Télam