No a la contaminación: La Universidad Nacional de La Plata absorbe todas las emisiones que genera

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Una vez más se escucha un “no a la contaminación”: La Universidad Nacional de La Plata absorbe todas las emisiones que genera. ¿Cómo?

Después de años de trabajo sostenido con la premisa del cuidado y la preservación del medioambiente, la Universidad Nacional de La Plata anunció que ya no contamina. La afirmación está basada en un estudio realizado en diciembre de 2022, y que deberá verificarse en cinco años.

En cumplimiento de su responsabilidad ambiental y respondiendo a los Objetivos de Desarrollo Sostenible aprobados por la ONU en 2015 cuando fijó su Agenda 2030, la UNLP alcanzó la neutralidad climática o carbono cero. ¿Qué significa esto? Que con su propio arbolado absorbe la totalidad de las emisiones tóxicas que produce, e incluso parte de las que son producidas por el resto de la comunidad.

Desde ese momento, la casa de estudios platense se fijó una serie de objetivos o metas entre los que se destaca la necesidad de reducir el impacto generado por sus actividades y promover el manejo y gestión sustentable de sus recursos. A su vez, se estableció que en los casos en que no resulte posible la eliminación de las emisiones producidas por la Universidad, se debe verificar y mensurar la absorción de las mismas a través de sus espacios verdes.

El resultado alcanzado responde a un trabajo impulsado desde la Secretaría de Planeamiento, Obras y Servicios de la casa de estudios. Para determinar el grado de contaminación producida, se tomó como medida la denominada “Huella de Carbono”. Se trata de un indicador ambiental que pretende reflejar la totalidad de gases de efecto invernadero emitidos por efecto directo o indirecto de un individuo, organización, evento o producto.

El titular de la Dirección de Seguridad, Higiene y Desarrollo Sustentable, dependencia que elaboró la “Huella institucional”, Mg Andrés Fiandrino, detalló que “la huella de carbono es una de las herramientas más simples, pero a la vez precisa, para conocer cuál es el impacto de nuestra actividad institucional sobre el ambiente. De esta manera se miden los gases efecto invernadero (GEI) emitidos en el accionar diario de la institución, permitiendo conocer con mayor detalle nuestra actividad y así saber en qué rubros estamos emitiendo más GEI. Esto permite diseñar e implementar políticas concretas para su reducción, así como anticipar la dependencia a las energías fósiles en nuestras actividades”.

No a la contaminación: qué son los gases de efecto invernadero

Un gas de efecto invernadero es un gas que absorbe y emite radiación dentro del rango infrarrojo. Este proceso es la fundamental causa del efecto invernadero.​ Los principales GEI en la atmósfera terrestre son el vapor de agua, el dióxido de carbono, el metano, el óxido nitroso y el ozono.

El trabajo desarrollado por los especialistas de la universidad consistió en realizar un relevamiento del arbolado en los predios de la Universidad para determinar la capacidad de fijación de carbono y comparar este resultado con la Huella de Carbono de la UNLP.

El cálculo de la fijación de Carbono de la UNLP consistió en realizar la sumatoria del CO2 fijado por los árboles en el periodo de un año.

Se utilizó para ello la metodología recomendada por la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (UNFCCC) para el cálculo del Carbono fijado. Además, se realizó una búsqueda bibliográfica de modelos de biomasa para cada especie, con el fin de aplicar ese modelo y lograr el cálculo de Kg de biomasa aérea para cada árbol.

Los valores utilizados para los distintos parámetros de conversión de Biomasa a Dióxido de Carbono fueron extraídos del documento Orientación del IPCC sobre las buenas prácticas para UTCUTS y del Mecanismo de Desarrollo Limpio.

Los resultados mostraron una gran diferencia entre dependencias con respecto a la fijación de CO2

El trabajo realizado por la Dirección de Seguridad, Higiene y Desarrollo Sustentable de la Secretaría de Planeamiento Obras y Servicios, con el aporte de la Facultad de Ciencias Agrarias y Forestales se revela la cantidad de árboles presentes en la UNLP discriminados por especie. De los 6600 árboles medidos para este trabajo, un 0.85% (56 ejemplares) son robles (Quercus robur), el símbolo de la UNLP, mientras que el 28.08% (1853 árboles) corresponden a Casuarina cunninghamiana.

Se observa una baja proporción de especies nativas existentes (92 de un total de 259 especies) y un menor aporte de estas en el CO2eq (132.5 Mg de un total de 5.176.7 Mg). Llama la atención la gran riqueza de especies forestales que posee la UNLP y su muy buen estado de conservación.

El estudio realizado permitió contar con una lista exhaustiva de datos de cada árbol relevado: fecha, dependencia de la UNLP, punto GPS, nombre científico, Familia botánica, DAP (diámetro de altura de pecho) en cm, Latitud en grados y decimales de grados, Longitud en grados y decimales de grados y Elevación en msnm.

En el informe institucional de la Huella de Carbono, se determinó que la UNLP emite gases efectos invernadero por su funcionamiento en una cantidad de 8647.71 Mg de CO2eq, y estos pueden mitigarse mediante la absorción del gas por el arbolado dispuesto en los terrenos propios de la universidad.

El análisis del cálculo del co2eq fijado institucional, determinó que se alcanza a los 19537.95 Mg de CO2eq, es decir que se absorbe la totalidad de emisiones que se producen y aún más.

Fiandrino expresó, “la investigación empírica llevada adelante desde la Dirección nos ha permitido contar con datos ciertos que expresan la realidad ambiental de la institución universitaria. Este estudio representa “una foto de la situación”; confirmó que la Universidad a esa fecha no contamina, y que debe repetirse a los cinco años, para ver el impacto que las diversas situaciones o cambios que se generan a lo largo de los años”.

“En la actualidad, está en ejecución el proyecto “Campo Solar”, que permitirá contar con energía alternativa para el funcionamiento universitario y el programa en elaboración entre distintas facultades y secretarías de la presidencia, denominado “Arbolado universitario”, que incluye la construcción de un vivero, el “programa de eficiencia energética” que se lleva adelante desde la secretaría de planeamiento, la guía de buenas prácticas ambientales de la Secretaría de Ambiente, (entre otras acciones), de tal manera de asegurarse siempre la absorción de gases de efecto invernadero a lo largo de los años”, remarcó el funcionario de la UNLP.

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