Packaging sustentables para pymes de alimentos y bebidas

Más leídas

El consumidor de Latinoamérica ya se sumó a la tendencia global eco-friendly. El interés por cuidar el medio ambiente y tomar acciones al respecto, pasó en 2019 de un 11% a 16% este año. Así lo señala el estudio sobre sustentabilidad Who Cares, Who Does, elaborado por la consultora Kantar. En respuesta a ese comportamiento del mercado, cada vez más empresas del sector alimentos y bebidas, se suman a desarrollar o a incorporar packaging sustentables. La idea es tomar distancia de los plásticos de un sólo uso que desde hace décadas han dominado el empaquetado de perecederos.

Una característica destacable de estas novedosas soluciones verdes, es que están al alcance de las pequeñas y medianas empresas que buscan posicionar su línea de productos en el gusto del consumidor.

Andrea Sánchez, head of Packaging en Henkel México, considera que la industria alimentaria tiene mucho potencial para optimizar los sistemas de empaquetado y envasado.

“Muchas veces la gente piensa que ocupar tecnologías sustentables es caro, pero al final resulta mucho mejor por la variedad de aplicaciones que pueden tener por el beneficio tan grande para el medioambiente. De verdad, nos alegra ver que las nuevas generaciones ahora tienen un enfoque más enérgico en esa dirección”, comenta.

Estas son algunas opciones de packaging sustentables que las pequeñas y medianas empresas pueden aprovechar: plásticos hechos de bagazo de agave, popotes que reducen la huella de carbono o papel reciclado para envases de fruta que fomentan el consumo responsable.

BioSolutions, una alternativa a los plásticos

La empresa mexicana desarrolló y patentó una tecnología para producir compuestos bioplásticos con base en fibras naturales ricas en celulosa. La materia prima estrella de BioSolutions es el bagazo de agave, considerado un desecho de la industria tequilera. Su tecnología transforma ese material para fabricar productos como películas, bolsas plásticas, piezas inyectadas y envases soplados, entre otros. La compañía, ubicada en Monterrey, Nuevo León, ya trabaja de la mano de varias pymes que han encontrado en sus bioplásticos una solución cercana y asequible para sus proyectos que buscan sustituir el plástico convencional. Representan un ahorro ante el hecho de que, normalmente, este tipo de material suele tener que importarse en volúmenes altos.

BliPack, maíz y trigo en lugar de unicel

Se trata de una de las empresas autorizadas por la Secretaría del Medio Ambiente de la Ciudad de México para distribuir desechables biodegradables compostables para el sector alimenticio. Dentro de los productos de BliPack se pueden encontrar vasos, platos, cubiertos, bolsas, servilletas y popotes, todos hechos con fibras naturales de paja de trigo, caña de azúcar o fécula de maíz. Los empresarios del sector restaurantero, a todos los niveles, saben que no es una solución menor porque cada vez son más los estados de la república que se unen a las restricciones en contra de los plásticos de un solo uso.

Grupak, el papel de respetar al planeta

Esta empresa mexicana que ofrece papel 100% reciclado, reciclable y biodegradable asegura que, gracias a su tecnología y procesos, cada año salva a más de 450 mil árboles de no ser talados y ahorra más de millón y medio de litros de agua. El papel reciclado de Grupak es multipropósito con gramajes que van desde los 110 hasta los 260. También ofrecen una línea de papeles agrícolas especialmente packaging sustentables que puedan contener alimentos, frutas y verduras, pues cuentan con una estructura resistente a la humedad.

Henkel, pegamentos ecológicos

El gigante alemán de productos de consumo enfocados en el cuidado personal tiene su división adhesive technologies que ofrece soluciones para industrias como la de alimentos y bebidas. Ejemplo de ello es Aquence, un adhesivo que permite fabricar popotes de papel y tiene la misma resistencia al agua y seguridad alimentaria que las clásicas pajillas hechas de plástico. Otra opción presentada este año fue SupraEco, un adhesivo que cuenta con un 98% de materia prima bio-base, es decir, que no proviene del petróleo, lo que reduce la huella de carbono de los productos finales y los envases. Este desarrollo, que está hecho con tall oil, un subproducto de la producción de pasta de papel, de acuerdo con la compañía, es ideal para usarse en empaques, etiquetado y cerrado de cajas en la industria de alimentos y bebidas.

Últimas noticias

Crean cubos flotantes que atrapan la basura marina

Descubre el Proyecto Seabin y cómo ayuda a limpiar los océanos y mares de basura marina. Conoce cómo funciona y qué residuos puede capturar.