En Pichidegua, a unos 150 kms al sur de Santiago, una granja de cerdos y una lechería encontraron la manera de reutilizar los excrementos de los animales y convertirlos en electricidad. De hecho, la granja abastece con energía a cerca de 2500 viviendas, y la lechería se autoabastece con la electricidad que produce.
¿Cómo lograron esto? Gracias a la planta Biodigestora Las Pampas, de la empresa Genera Austral, que es la primera instalación en Chile que genera electricidad a base de biogás, es decir, del gas metano que emanan los desechos de los chanchos y vacas.
Otro beneficio de esto es que, gracias al tratamiento de los residuos, los desagradables olores generados por el estiércol y las moscas que atraía, disminuyeron drásticamente.
Para transformar el estiercol en electricidad, los desechos ingresan a un contenedor cerrado, llamado biogestor, donde se transforma el gas metano en biogás, el que a su vez pone en marcha un motor que genera energía eléctrica.