La Suiza Ecole Polytechnique Federale de Lausanne (EPFL) lidera un proyecto en el que participan organismos públicos y privados para el desarrollo de este sistema de autobuses llamado TOSA. La idea es que, a través de un brazo instalado en el techo de la parada, el autobús pueda conectarse y cargar su batería de manera inmediata mientras los pasajeros abordan.
El autobús tendrá energía suficiente para transportar hasta 133 personas con ese tiempo mínimo de carga hasta la siguiente estación electrificada. Así la ruta no se retrasa y podrá volver a cargar energía en cada estación de su trayectoria. Se espera que el sistema de autobuses TOSA pueda estar listo y circulando en Ginebra para el 2017, un futuro no tan lejano.
Los autobuses a diésel son poco eficientes en combustible además de generar toneladas de contaminantes al año, nada amigables con el ambiente. La electricidad puede generarse desde fuentes alternativas, por eso los autobuses eléctricos pueden ser una buena alternativa verde.
Bajo este pensamiento, algunas compañías como BYD han comenzado a desarrollar baterías para autobuses eléctricos y ya se dice que se han ordenado ya 1.200 unidades para el sistema TOSA.