Los desmontes en Entre Ríos equivalen a 3.000 canchas de futbol por año

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El avance de los desmontes en Entre Ríos sigue generando gran preocupación. Y no es para menos: Año a año se pierden bosques nativos de vital importancia para el equilibrio del ecosistema.

Además, y como ocurre en gran parte del país, en Entre Ríos se desmontan más hectáreas de bosques que las extensiones que finalmente resultan infraccionadas mediante procedimientos oficiales.

El Dr. Pablo Aceñolaza, Investigador de CONICET y Profesor de Forestales UNER, explicó al programa “Cuestión de Fondo”, que se emite por Canal 9 Litoral, que la tasa de desmonte (velocidad con que los bosques se van perdiendo), “no es lineal sino que se da como si fueran pulsos”.

“Hay estudios hechos para nuestra región que muestran que lo que incide en esos pulsos de desmonte es el precio de soja. Los momentos de mayor desmonte se produjeron cuando la soja valía mucho. Al contrario, cuando la soja no valía nada, el interés por la nueva tierra cultivable disminuía y por lo tanto disminuía la tasa de desmonte”, explicó.

Sin embargo, aclaró el profesional, hay un parámetro que no se visualiza y que debe ser tenido en cuenta: “El monte nativo no debe ser visto como que está o no está, ya que posee muchas etapas intermedias: entre ellas, la recuperación de desmonte, o la degradación en montes que son mejor conservados. Y esa degradación es mucho más difícil de visualizar que el propio desmonte. Hoy día, uno podría saber en tiempo casi real donde se está desmontando mediante las herramientas tecnológicas. En cambio, es mucho más difícil saber dónde y cuánto se está degradando el monte; cuánto se está entresacando leña; cuánto se está perdiendo biomasa o vegetación; o degradando por una carga excesiva ganadera o mal uso del pastero. Todo esto es más difícil de evaluar”.

Herramientas tecnológicas

Si bien las tareas de desmontes siguen en varios sectores de la provincia, hay métodos que posee el Estado que buscan detectar (con la mayor prontitud posible) las talas. Sin embargo, coinciden distintos profesionales consultados para este informe, no siempre se llega a tiempo.

En cuanto a dispositivos tecnológicos, la Nación y la Provincia poseen herramientas de control y relevamiento del monte nativo. En tanto, desde el CONICET local también se está trabajando en un proyecto que, confían, pronto pueda estar funcionando.

Cantidad de hectáreas

El investigador explicó que Entre Ríos posee 1,4 millones de hectáreas de monte denominado “Del Espinal”. “La tasa de deforestación o de pérdida constatada por Ambiente de la Nación, es de aproximadamente entre el 0,5 y 1 por ciento por año. Uno puede decir que es bajo, pero no lo es: En diez años es haber perdido entre el 5 y el 10 por ciento de lo que nos está quedando del monte nativo. Y, encima, lo que queda es monte que está degradado, y ahí se debe trabajar mucho”.

Traducido el cálculo al que hace referencia Aceñolaza, estaríamos hablando que Entre Ríos podría estar perdiendo más de 7 mil hectáreas de monte nativo por año.

Por su parte, la organización internacional Greenpeace (una de las entidades más respetadas en el mundo), publica en su informe 2022 sobre deforestación, un cuadro sobre “Pérdida de Tierras Forestales” en todas las provincias argentinas.

Dicho trabajo detalla que estos últimos años (de 2016 a 2020), se han perdido en promedio en nuestra provincia entre 2.300 y 3.500 hectáreas de bosques nativos por año. Y en 2021, la estadística hace un pico de 9.024 hectáreas perdidas por deforestación en Entre Ríos.

En promedio, los últimos años, nuestra provincia estaría perdiendo el equivalente a 3 mil canchas de fútbol por año.

Problemas en el Estado

“El Estado muchas veces no tiene todas las herramientas. Posee una serie de problemas estructurales que no le permite llegar a tiempo y obtener un resultado final de evaluación que logre frenar un desmonte, o solicitar una recomposición del daño. Esto sucede porque hay poca gente en los entes gubernamentales, y porque esos entes no poseen una estructura de financiamiento que no le da autarquía y cuando esos entes necesitan recursos, les cuesta mucho. En el momento que se produce un desmonte, hay que mover un vehículo de inmediato, llevar tres personas, contar con personal policial, un drone y demás herramientas que puedan obtener información que luego sea utilizada por la justicia para determinar si el daño ambiental fue ese o no. También sucede que hay miles de situaciones en las cuales se pudo comprobar que no hubo desmonte de bosque nativo”, explicó Aceñolaza.

La voz oficial

La Coordinadora de Bosques Nativos de Entre Ríos, Ingeniera Agrónoma Andrea Cislaghi, explicó a CDF que la zona más afectada por los desmontes es el centro-norte provincial, con los departamentos Feliciano, La Paz y Federal a la cabeza.

La funcionaria explicó que cuando reciben una denuncia (anónima o en base a informantes claves del organismo), se procede a actuar en territorio, labrándose un acta. Allí consta las especies afectadas, la titularidad de la maquinaria utilizada y se deja copia a quien esté en ese momento en el campo. Posteriormente, se le da un plazo razonable para que ellos puedan realizar su descargo. Luego de realiza un dictamen técnico, además de un informe legal y donde se los notifica de la multa o un plan de reparación o restauración. “Actualmente, estamos con varios expedientes en conclusión, con multas de alto valor monetario, así como también la aplicación de planes de restauración o recomposición para que se repare el daño y planes de manejos de suelo”, sostuvo.

Cislaghi destacó que el monitoreo es constante y de manera interinstitucional, donde se trabaja en conjunto entre esta Coordinación, la Secretaría de Ambiente y el área de Delitos Rurales de la policía. Hace un tiempo se establecieron los protocolos para que cuando surge un alerta, se pueda actuar en territorio y de manera inmediata para evitar el desmonte”.

Las especies más afectadas, según la Ingeniera Agrónoma, son el ñandubay, algarrobo y espinillo.

Según explicó Cislaghi, desde hace unos años existe una normativa mediante la cual se establecen tres categorías relacionadas al monte: La roja, la amarilla y la verde. Los montes de la primera categoría no pueden tocarse ni intervenirse en absoluto, ya que deben conservarse. La amarilla es la que permite realizar algunas intervenciones, siempre y cuando se presente (y autorice) un plan ambiental sostenible para una posible intervención. Finalmente, la categoría verde es la categoría que permite una intervención.

Sin embargo, hoy por hoy no se está aprobando el cambio de uso del suelo. En otras palabras, en la actualidad se encuentran prohibidos los desmontes en nuestra provincia. Ello sucede a raíz que está vencido el Ordenamiento territorial de Bosques nativos, por lo que se espera y trabaja en una pronta actualización.

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