‘Se necesita un extra de 100 millones de dólares para hacer frente al peor brote del virus’, aseguró el representante del organismo, Pierre M`Pele Kilebou, al visitar la sede de la Unión Africana (UA) en Adís Abeba, la capital de Etiopía.
El funcionario precisó que ‘al día de hoy se registraron más de 1.800 casos, con una tasa de mortalidad que oscila entre el 45 y 75 por ciento en cinco meses’, en declaraciones citadas por la agencia Efe.
El virus podría alcanzar el este de África a través del aeropuerto de Nairobi, donde aterrizan unos 70 vuelos de África occidental por semana, por lo que el director de la OMS en Kenia, Custodia Mandlhateor, dijo que es crucial reforzar los controles.
En tanto Modupeh Cole, otro de los médicos que lideraba la lucha contra el ébola en Sierra Leona, falleció hoy a causa del virus, semanas después de que Sheik Humarr Khan, otro especialista destacado en la lucha contra la epidemia, falleciera el mes pasado a causa de la enfermedad.
Otro de los fallecidos es el nigeriano Jatto Asihu Abdulqudir, de 36 años, que trabajaba en la Comunidad Económica de Estados de Africa Occidental (ECOWAS) y fue puesto en cuarentena después de mantener contacto con Patrick Sawyer, la primera víctima mortal del virus en territorio nigeriano.
Sawyer, un funcionario de nacionalidad estadounidense, había viajado a finales de julio a Nigeria desde Liberia para participar en una conferencia de ECOWAS, en la que Asihu Abdulqudir también estuvo presente.
Los otros dos fallecidos son el sacerdote español Miguel Pajares, primer europeo muerto por ébola, que falleció en Madrid y fue despedido hoy en un funeral, y una de las enfermeras que trató a Sawyer durante su ingreso hospitalario en Lagos, la principal ciudad nigeriana.
La revista ‘Cell Host & Microbe’ publicó hoy la investigación de un equipo de científicos estadounidenses que descubrieron que una proteína del virus del ébola es la responsable de inhabilitar el sistema natural de defensa de las células, lo que abre el camino a la enfermedad mortal.
‘Durante mucho tiempo hemos sabido que la infección con el virus del ébola obstruye una importante molécula de inmunidad llamada interferona’, señaló Gaya Amarasinghe, de la Escuela de Medicina de la Universidad Washington.
Y agregó: ‘Ahora que conocemos cómo el virus de ébola impide la respuesta de inmunidad, podemos orientar el desarrollo de nuevos tratamientos’.
En tanto, Canadá anunció que donará a la OMS hasta 1.000 dosis de un medicamento experimental contra el ébola para su utilización en los países africanos más afectados.
El país del norte envió hoy a un hospital de Ginebra 10 dosis de esa vacuna, mientras que el subdirector de Salud Pública de la Agencia Sanitaria canadiense, Gregory Taylor, precisó que el país cuenta con unas 1.500 dosis más de la vacuna conocida como VSV-EBOV, y que puede enviar a los países afectados entre 800 y 1.000.
El fármaco no fue usado nunca en humanos, pero ayer el panel de ética de la OMS dijo que la gravedad de la actual epidemia justifica el uso de medicamentos no aprobados.
‘El ébola es una enfermedad contra la que debemos luchar unidos. La negación está dañando los esfuerzos para combatirla’, dijo el asesor para el control de la enfermedad de la OMS, Clement Peters, a la radio de la Misión de las Naciones Unidas en Liberia.
Peters explicó que los entierros tradicionales, que implican el contacto directo con los cadáveres, están provocando un gran número de contagios y muertes en muchos condados del país.
En ese sentido, pidió la colaboración de los líderes comunitarios para ‘explicar y sensibilizar a la población’ sobre cómo enterrar los cadáveres, a fin de evitar la propagación de la enfermedad.
Desde que el brote de ébola surgió en marzo en Guinea Conakry y se extendió posteriormente a Liberia, Sierra Leona y Nigeria, más de mil personas murieron debido a la enfermedad, por lo que la OMS ya declaró la ’emergencia pública sanitaria internacional’.
El ébola -que se transmite por contacto directo con la sangre y fluidos corporales de personas o animales infectados- causa hemorragias graves y puede tener una tasa de mortalidad del 90 por ciento.